23 de noviembre de 2024

¿Cómo hay que gestionar el talento joven en los deportistas?

¿Cómo hay que gestionar el talento joven en los deportistas?

Nunca es fácil gestionar el talento, la calidad y el crecimiento en los rankings a edades tempranas, cuando se busca quizá un éxito anticipado y se saltan determinados pasos en la formación de un jugador o jugadora. Para conocer cómo debemos encauzar a los más pequeños y qué pasos son esenciales que demos en su formación deportiva, la Real Federación Española de Golf nos trae este artículo de Óscar del Río, psicólogo deportivo de la citada RFEG

Te dejamos con parte del artículo elaborado por un experto como es Óscar del Río para que sepamos gestionar el éxito y el talento emergente de los más pequeños cuando despuntan a edades muy tempranas.

En el mundo del deporte tenemos muchos ejemplos de deportistas que brillaron desde muy jóvenes en sus respectivas disciplinas. En el caso del golf, Sergio García y Carlota Ciganda empezaron a destacar a nivel internacional a los 13-14 años y siguen brillando a nivel mundial 15-20 años después de sus primeros éxitos.

Sin embargo, no todas estas jóvenes promesas que irrumpen con victorias a edades tempranas tienen largas y exitosas carreras deportivas como Carlota Ciganda o Sergio García. En algunos casos, desgraciadamente, se ven obligados a retirarse también prematuramente, como Ángel Rebolo, quien con 15 años debutó en la ACB con el Breogán de Lugo en 1990, y a los 16 se retiró del baloncesto.

A principios de año conocíamos la retirada del tenista Carlos Boluda a los 27 años, quien de adolescente era comparado una y otra vez con Rafa Nadal y finalizó su carrera deportiva siendo el puesto 254 su mejor posición en el Ranking ATP.

Psicología ÓScar del Río 2021

La importancia de relativizar

Cuando un jugador/a destaca a edades tempranas, es su entorno más cercano el responsable de poner los pies en la tierra al niño/a o adolescente, no encumbrarle ni compararle con estrellas del deporte. Lo que toca en esos momentos es relativizar la importancia de los éxitos por muy importantes y relevantes que sean.

Esta misma capacidad de relativizar es la que debe reinar en ese mismo entorno cuando los resultados no sean tan buenos y no estén a la altura de las expectativas. Magnificar o dramatizar es justamente lo que no necesita un deportista en fase de formación, entendiendo la formación en un sentido amplio y no solo deportivo: formación personal y académica.

Lo más normal es que un adolescente, al no contar con la suficiente madurez y perspectiva, no esté preparado para asumir esos éxitos que de repente le llegan. De nuevo es su entorno más cercano quien no debe dejarse deslumbrar por los éxitos alcanzados y ser conscientes de que esos éxitos deportivos deben ir acompañados de sensatez, de responsabilidades y obligaciones en todos los ámbitos de la vida del adolescente.

 

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