Solamente Daniel Berger que, se mantuvo cerca del liderato durante la mayor parte del día, con un rendimiento constante, siguió siendo optimista, manteniéndose lo suficientemente paciente, convencido de que los birdies llegarían.
Al llegar al tee del 18 en uno de los hoyos más fotografiados del planeta, Berger, de 27 años, necesitaba un birdie para ganar. Lo hizo mejor. Berger tiene ese tipo de estilo, esa audacia, la confianza que le hace disfrutar del gran escenario, no rehuirlo. Un hermoso drive (Berger había bloqueado uno fuera de límites en el 18 un día antes) fue seguido por lo que él llamó «la madera 3 de mi vida» desde 230 metros a 10 metros. El putt para el eagle fue más complicado de lo que parecía, cuesta abajo y rápido, pero fue golpeado con el peso perfecto, y cayó para el cuarto eagle de Berger en el torneo, su segundo de la ronda. Miró al cielo. La victoria era suya.
Dio un puñetazo al aire con su puño derecho, su heroísmo tardío le llevó a una ronda final de 7 bajo, 65 golpes para un total de 18 bajo 270. ¿Todo ese drama al final? «Es lo mejor que me puede pasar», dijo Berger después de su cuarto triunfo en el PGA Tour.
De pie en la calle 18, sabiendo que McNealy había hecho 16 bajo, Berger decidió que lo tenía todo.
«He estado en esta situación antes, llegando al último hoyo, teniendo que dar un buen golpe», dijo Berger. «A veces va a tu favor, a veces no, pero realmente tienes que ser audaz, y siento que lo hice hoy».
«Creo que lo más importante es jugar sin miedo. Puedes subir ahí y preocuparte por todos los resultados diferentes y todos los lugares diferentes a los que puede ir la bola, pero al final es sólo golf, es sólo un golpe de golf y si puedes llegar ahí, liberar tu mente y ser intrépido, entonces tienes una mejor oportunidad de dar un buen golpe».
Maverick McNealy, de 25 años, un hijo de California buscando su primera victoria no muy lejos de donde se crió, jugó muy bien el domingo, haciendo cinco birdies en sus segundos nueve hoyos y tirando un 66, poniendo el listón muy alto para Berger. El segundo puesto de McNealy marcó su mejor actuación en el Tour. Jordan Spieth, que empezó la ronda con una ventaja de dos golpes sobre cinco jugadores, buscando romper una racha de más de tres años sin ganar, tuvo problemas con el driver pero hizo birdies en sus dos últimos hoyos para firmar 70 golpes y compartir el tercer puesto con Patrick Cantlay (68).
