Para los no entendidos, este deporte, tiene fama de ser tranquilo y que demanda poca actividad física, sin embargo la condición física es importantísima para prevenir lesiones, dado que una partida de golf supone entre 7 y 10 kilómetros de recorrido, unas 4 o 5 horas aproximadamente de juego y alrededor de entre 70 y 120 golpes a una bola, sin unas rutinas de entrenamiento, calentamientos y estiramientos las lesiones están a la orden del día. El factor de la edad también es importante ya que en España casi el 70% de los jugadores de golf superan los cuarenta años.
Se necesitan nada menos que 124 músculos, tendones y huesos para realizar un swing, y este movimiento repetitivo, si no tenemos una técnica muy depurada, puede dañar nuestro sistema musculoesquelético, ya que al ser un movimiento en rotación las articulaciones sufren de forma importante.
Las lesiones más frecuentes en el golf son:
– Codo de golfista. Es una tendinitis en la inserción de los músculos de esta parte del cuerpo. Tiene una incidencia en torno al 60% de los jugadores de golf, y suele cronificarse cuando no se trata de forma correcta. Los estiramientos y una buena hidratación son básicos para evitar esta lesión
– Lesiones en el hombro. Normalmente se producen problemas en el tendón supraespinoso, más conocido como manguito rotador, son habituales en jugadores que tienen un swing muy rápido, en muchos casos no se tratan de forma correcta y tienden a cronificarse haciendo de este divertido deporte una molestia continua.
Las lesiones de espalda. Es quizás el problema más frecuente en jugadores de golf intensivos, el movimiento de rotación fuerza los discos intervertebrales y el paquete muscular que lo envuelve, produciendo dolores dispersos en la columna que afectan a la condición postural y reducen nuestra capacidad de rotación y por tanto la distancia en la pegada. Las roturas fibrilares por este movimiento de rotación son tremendamente habituales en jugadores esporádicos.
-Sobrecargas musculares. Una sobrecarga muscular es una contracción involuntaria y continua de las fibras musculares como consecuencia de la práctica excesiva de deporte o la mala ejecución de un ejercicio. En los jugadores de golf las sobrecargas más habituales suelen darse en el hombro, muñecas o rodillas.
-Lesiones en el tendón de Aquiles. Normalmente son tendinitis, pero también puede llegar a romperse el tendón. Habitualmente estas lesiones se producen en pacientes que están en baja forma física y que no practican otro tipo de deporte o entrenamiento.
– Dolor en las cervicales y en la zona lumbar si no se tiene una buena técnica, un movimiento mal efectuado suele producir dolores en la zona de la espalda.
¿Cómo se pueden prevenir las lesiones en el golf?
-Perfeccionando la técnica, conseguir una técnica depurada y contar con un buen instructor son piezas clave de la prevención de lesiones en el golf.
– Mantenerse hidratado, cuatro horas aproximadamente de deporte al aire libre requieren de una buena hidratación para disminuir las posibilidades de sufrir, por ejemplo, una tendinitis.
-Cuidar la forma física, no es necesario ser culturista o machacarse en el gimnasio para jugar al golf, pero si es cierto que cuanto más fuertes y tonificados estemos menos probabilidades tendremos de sufrir alguna lesión
– Hacer estiramientos al acabar la partida y calentamientos previos, es importante que al iniciar y concluir la partida calentemos y estiremos los músculos para darles más flexibilidad.
Muchas de las lesiones que se producen jugando al golf se solucionan con reposo, analgésicos y antiinfamatorios, aún a sabiendas que estos medicamentos dañan nuestro estómago si los consumimos en exceso.
Actualmente, gracias a la medicina regenerativa se está consiguiendo una gran mejoría en las lesiones asociadas a la práctica del golf, y muchos pacientes están consiguiendo poder seguir disfrutando de este deporte y no tener limitaciones en su vida diaria.
En Clínicas Cres cuentan con profesionales médicos expertos en medicina regenerativa que pueden ayudarte a solucionar tu lesión y mitigar el dolor sin necesidad de cirugía ni hospitalización con tratamientos muy novedosos y eficaces, al utilizar material biológico del propio paciente (células y tejidos) no hay posibilidad de rechazo, por lo que se minimizan significativamente muchas de las complicaciones y efectos adversos que se pueden producir con tratamientos más convencionales. Estas nuevas técnicas de medicina regenerativa lo que logran es regenerar los tejidos dañados y están demostrando tener una alta eficacia en muchas de las lesiones articulares y musculares.
Muchos deportistas de alto nivel, conocidos por todos, las utilizan sistemáticamente, con muy buenos resultados en su rendimiento deportivo.
