Faltó Sergio García, entre otros, en la Cena de Campeones de Augusta. No así Tiger Woods, el anfitrión, quien quiso (no sabemos si premeditamente), hacer un guiño a España e incluir en el menú churros con chocolate como postre.
Hubo mucha distancia de seguridad, medidas varias para evitar contagios como el cambio de sede, pasando de la biblioteca del segundo piso a la sala de trofeos y todo en grupos reducidos (un máximo de 33 personas confirmadas), pero los campeones pasados pudieron juntarse y charlar delante de una mesa en la que el menú tuvo de todo.
De la primera que organizó Tiger, cuando tenía 21 años y que consistió en hamburguesas con queso, patatas fritas y batidos, a la quinta, que ha consistido en ‘The Augusta Roll’, sushi con camarones en tempura, atún picante y especias; fajitas de carne y pollo, un trío de postres y vino.