Tenemos nuevo líder tras la segunda (y terrorífica) jornada en Winged Foot, en este US Open. El »chico malo» del circuito, Patrick Reed, ha tomado los mandos con su mejor virtud, el juego corto, con los malabarismos (imposibles e impensables en muchos momentos) y ahora habrá que ver si alguien es capaz de bajarle del trono.
Reed sumaba una vuelta incluso peor que la de la primera jornada (70 golpes con cinco birdies y cinco bogeys), pero aguantando y sabiendo sufrir, salvando muchos momentos complicados, sorteando el campo cual corredor en una carrera de obstáculos. Esa pericia le permitía sobrevivir y encaramarse a lo más alto en un día en que solo tres jugadores fueron capaces de bajar del par (DeChambeau, Matsuyama y Bubba) y en el que Rafa Cabrera Bello fue un cohete.
De hecho, suya fue buena parte de la atención del día junto a Bryson DeChambeau. Y es que si el español se ha colocado ya tercero tras ascender cinco posiciones merced a un día soberbio de nuevo con el putter y con solo 70 golpes, el científico norteamericano se coronaba en segundo lugar con 68 golpes y un ascenso de 12 puestos, a solo uno del líder.
Con el campo mucho más difícil para ir centrado y teniendo que mirar casi más a los peligros que a jugar por la línea, el estadounidense acumuló un eagle, cinco birdies y cinco bogeys y presentó con todas las de la ley sus opciones a la victoria…como Rafa. Muy bien el canario, sabiendo tomarle el pulso al campo y, desde luego, no amilanándose ante nada. Ha venido a por todas y triunfar aquí sería una magnífica manera de afrontar la temporada.
Por detrás ha cedido un par de posiciones Justin Thomas (73), también Thomas Pieters (74 y PAR) y se ha disparado hacia arriba Hideki Matsuyama (69). El nipón parece haber recuperado en los últimos tiempos el tino de antaño y en este US Open podría tener todavía mucho que decir.
El día de Jon Rahm, lejos de ser positivo se puede definir como una jornada regulera. Es cierto que su vuelta (72) no es ni mucho menos para tirar cohetes, pero teniendo en cuenta la masacre con todos los que han caído, puede darse por satisfecho (está a cinco golpes tan solo de Reed).
Bajando en la tabla están Lee Westwood, Dustin Johnson y Rory McIlroy (+3), Bernd Wiesberger y Adam Scott (+5), Rickie Fowler y Jason Day (+6), todos ellos dentro del corte.
La sorpresa la han dado los que se quedan fuera del fin de semana. Eliminados están Martin Kaymer (+7), Collin Morikawa (+7), Tommy Fleetwood (+8), Matt Kuchar (+9), Justin Rose y Tiger Woods (+10), Cameron Champ y Henrik Stenson (+11), Ian Poulter (+12), Phil Mickelson (+13), Brandon Grace y Jordan Spieth (+14)…
Se ha quedado fuera también Adrián Otaegui tras un severo batacazo de 79 golpes. El español empezaba ya el día bastante mal, con un doble bogey en el 1, al que siguieron cuatro bogeys más en los primeros nueve hoyos, un duro revés del campo. En los segundos nueve, lejos de mejorar, acumuló otros cuatro bogeys y, como único regalo, obtuvo un birdie 14, la única satisfacción del día.
El golpe de Sergio García fue incluso más duro. Si su primer día fue complicado, el segundo fue horroroso en cuanto a sensaciones. El de Borriol, con 81 golpes, no se encontró en ningún momento en los hoyos de Winged Foot, con un inicio de doble bogey en el 2, al que siguieron dos bogeys más, y dos birdies (5 y 9), pero después llegó la hecatombe. En la segunda parte de la vuelta solo se salvaron tres hoyos de la quema (el 15, el 17 y el 18), acumulando en el resto cinco bogeys y otros doble bogey más.
Y con números así, todo se pone muy cuesta arriba, por lo que Sergio ha acabado despidiéndose del torneo, como también Eduard Roussaud, quien no obstante se va con un master avanzado a pesar de su +21 (cuatro dobles bogeys incluidos) y con mucho aprendizaje. Estamos seguros que volverá, bien como amateur o como profesional, pues todavía tiene un largo crecimiento por delante.
