A Dustin Johnson había que ganarle así, por la épica, pues está a un nivel excelso y únicamente con momentos de magia, de máximo acierto, es como se puede derrotar a un jugador rocoso y sin fisuras. Y Jon Rahm lo hizo.
Un putt que quedará para la historia, para la suya y para la nuestra, para la del golf español e internacional, para todas nuestras retinas. Porque el golpe que ejecutó, en el desempate de todo un play off de la FedEx Cup, sin público presente pero con miles de ojos puestos en él, fue un tiro directo a la yugular, de esos que hacen sangrar, de los que duelen infinitamente cuando los recibes.
Un golpe espectacular que hizo rugir al »león» de Barrika, a nuestro Rahm, y a todos los amantes del golf, porque suponía no solo el título en este BMW Championship, sino una remontada pocas veces vista, de menos a más, con un primer día muy malo (75 golpes) que afortunadamente se quedó en mera anécdota y que transmutó en 71, 66 y 64, el éxtasis, en un desempate ante el robot DJ y en un putt de más de 20 metros como guinda al postre.
Lleva ya cinco títulos en el PGA Tour y 12 en su carrera, se ha colocado segundo en el ranking de la FedEx Cup y este jueves tiene la oportunidad de lograr imponerse en esta clasificación. Sale segundo detrás de…¿adivinan quién?, sí, DJ, quien seguro que desde ya busca venganza.
Vídeo: Así se las gastó Jon Rahm en el Olympia Fields para lograr el triunfo
Olympia Fields ya va a estar por siempre entre sus campos fetiche. Y es que el fin de semana fue el del resurgimiento del ave fénix vasco, ya que tras dos días con mal tiempo y con un viento que impedía jugar con tranquilidad (terminaba con +6 de acumulado), brilló el sol y apareció su instinto depredador. El sábado ya obtuvo la mejor vuelta del torneo y el domingo rubricó su actuación con seis birdies, un desempate y EL PUTT, así, en mayúsculas.
Mientras, Dustin Johnson, mucho más sólido, con una gran regularidad alargada desde el torneo anterior, demostró estar en una excelente forma y presentarse como serio candidato a todo. Junto a su exhibición (tres birdies en los cuatro primeros hoyos), apareció un invitado que quizá le desestabilizó un poco, el chileno Joaquin Niemann, quien llegó a liderar la cita y finalmente se tuvo que conformar con la tercera plaza.
Los dos citados se fueron al desempate, norteamericano y español, bombardero contra martillo pilón, pegada contra insistencia. En el 18 de nuevo, el yankee falló la salida (raro en él), pero demostró por qué es el número 1, ya que la bola volvió sola a la calle. Ambos llegaron al green de dos, con putts lejanos para birdie y ahí Rahm sacó su chistera y lo demás lo saben: putt de 66 pies, curva perfecta y silencio absoluto, solo roto por un Rahm que ni siquiera se esperaba que entrara hasta que la vio cerca y se quedó parado para después gritar y apretar el puño. El torneo era suyo. No será número 1 del mundo porque DJ logró defenderlo con la segunda plaza, pero sabe que puede pelear con él y ganarle, aunque sea con arrebatos de este estilo.
Por detrás finalizaron un resucitado Hideki Matsuyama (T3), a quien hacía mucho que no veíamos tan arriba; Rory McIlroy (T12), Bubba Watson (T16), Justin Thomas (T25), y un Tiger Woods (T51) que no estará en la cita final.
Consulta aquí la clasificación
Fotos: PGA Tour
