Se disputaba el Charles Schwab Series at Ozarks National y Phil Mickelson era el invitado de honor, ese en el que se ponen todos los focos, y no quiso defraudar. Se colocó el traje de líder el primer día y ya no se lo quitó. Victoria coast to coast, metiéndose hasta la cocina y borrando de un plumazo a los favoritos. ¿Quién dijo que solo venía a entrenar de cara al US Open?
Y eso que el último día se quedó lejos de sus demostraciones de martes y miércoles (61 y 64 golpes, respectivamente), marchándose hasta los 66, »no fui tan inteligente en los últimos nueve; sin embargo, tuve un buen comienzo, afortunadamente para construir suficiente colchón», se excusaba el norteamericano tras entregar una ronda con eagle, cinco birdies y dos bogeys.
»Realmente disfruté viendo a todos los chicos de nuevo, ver cómo eran tan complacientes y divertidos. Es divertido para mí competir. Pude competir con ellos y preparar mi juego», añadió Mickelson quien, por el momento solo dispute pruebas sueltas de este circuito de veteranos, puesto que cree que todavía es bastante competitivo en el PGA Tour.
Phil ha sido el único que ha logrado romper la barrera de los -20, alcanzando el -22 que demuestra que fue sobrado, y dejando a cuatro golpes al siguiente, su compatriota Tim Petrovic (66 y -18) y a seis al tercero, el también norteamericano Kevin Sutherland.
Respecto a nuestro jugador, Miguel Ángel Jiménez, terminó finalmente con -5, lejos de los mejores pero al menos con su vuelta más positiva, un total de 67 golpes y con un comienzo fantástico (eagle, tres birdies y bogey en los nueve primeros) que finiquitó con dos birdies y dos bogeys en los nueve segundos para un total de 208 golpes y un puesto 36.
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Fotos: PGA Champions Tour
