Dos golpes de diferencia (-13 al total) tras anotarse su mejor vuelta, 64 impactos (eagle y cuatro birdies), le permitían a Collin Morikawa adueñarse y llevar a sus vitrinas el PGA Championship.
Superaba el norteamericano a Paul Casey, a un desdibujado en el tramo final Dustin Johnson, y supo aguantar a los que venían empujando como Jason Day (muy buen torneo, por fin, el suyo), Bryson DeChambeau, Matthew Wolff y Tony Finau.
Collin, con esta victoria se suma a un exquisito grupo de tres jugadores (ahora cuatro) que han sido capaces de conseguir su primera victoria en un PGA Championship con 23 años (y eso que apenas ha disputado 28 torneos, pero ha ganado tres). En él están Rory McIlroy, Tiger Woods y Jack Nicklaus. Todo queda dicho.
Apunten su nombre porque viene fuerte y todo indica que seguirá su crecimiento. Desde luego, todo le está saliendo a pedir de boca, lo que cualquiera desearía para su comienzo y para meterse entre los grandes, para ser candidato a futuras victorias.
Más atrás, la buena noticia es que Jon Rahm recuperaba el número 1 tras remar contracorriente en una jornada complicada, en la que fue capaz de terminar con 66 golpes (su mejor vuelta) con cinco birdies y un bogey para recuperar 8 puestos y meterse en el T13. El vasco demostraba adaptación y saber sufrir, se aclimataba al campo y jugaba mirando de reojo a DJ, de quien dependía para recuperar el trono o no. Si ganaba el yankee, Jon tendría que pelearlo en el próximo torneo, pero el bombardero se desinfló y Jon podrá estar una semana más (la tercera) mirando a todos desde arriba.
Más abajo de Rahm completaban su participación Haotong Li (T17), Ian Poulter y Hideki Matsuyama (T22), Tommy Fleetwood y Brooks Koepka (T29), Rory McIlroy (T33), Tiger Woods y Justin Thomas (T37) y Jordan Spieth (T71).
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Fotos: PGA Tour
