Costó volver, más de dos meses, demasiado tiempo sin golf y sin acostumbrar al cuerpo a escribir las crónicas de las vistorias. Se echaba de menos, había morriña, pero lo hemos podido hacer de nuevo.
En un torneo poco habitual, sin público, con las mascarillas rivalizando en número con los palos de golf, distancia de seguridad, mínimo contacto…el golf se ha vuelto a erigir en protagonista y a tenernos pegados a la televisión. Porque sí, señores, el golf ha vuelto.
Y lo ha hecho con este Charles Schwab Challenge que ha sido la piedra de toque de un regreso paulatino del deporte al más alto nivel, con los favoritos peleando (y desfondándose) en la última jornada, aunque todos cediendo en el último momento: Bryson DeChambeau, Justin Rose (66 y T3), Bubba Watson (65 y T3), Patrick Reed (67 y T3), Jordan Spieth y Justin Thomas (71 y T10), Cameron Champ (8 y T14), Tony Finau (68 y T23), Brooks Koepka (69 y T32) o Rory McIlroy, el más perjudicado, con 74 golpes que terminaron por hacer olvidar su exhibición del viernes y un puesto 32.
Y arriba del todo, dos jugadores que se disputaron el título en el desempate (si bien pudieron ser unos cuantos más, porque ni Rose, ni Jason Kokrak, ni DeChambeau, ni Xander Schauffele aprovecharon sus oportunidades de meterse también), por si había ya poca emoción. De un lado Daniel Berger y del otro Collin Morikawa, quienes finalizaron las cuatro rondas con un acumulado de 265 golpes (-15) y que, dado que las sensaciones eran muy buenas, había que alargarlas, hacer que el torneo tuviera un desenlace por todo lo alto.
Se citaron de nuevo en el 7 y ahí Berger no perdonó. Salió mejor que su compatriota y con su segundo tiro alcanzó el green, donde certificó el par al tiempo que Morikawa solo podía concluirlo con un bogey (5 golpes) tras una fatídica e inoportuna corbata en un putt de apenas metro y medio, sencillito, pero que seguro le ha dado pesadillas.
Parece que los fantasmas del pasado, que le obligaron a parar un tiempo y a entrenar mucho menos por una lesión en su mano derecha han desaparecido. Ojo que ya avisó hace tiempo de que puede convertirse en un serio rival y quedar asiduamente en el top 10 de los torneos. Por el momento, se acerca mucho al puesto 30 del ranking y mentalmente ha dado un salto aún mayor.
En cuanto a Rafa Cabrera Bello, el único que nos quedaba en pie, decir que finalizó en una digna 23ª posición, sumando 68 golpes en su cuarta tarjeta y con un acumulado de -8, a siete del liderato.
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Fotos: PGA Tour
