Jon Rahm tenía ante sí en California una nueva ocasión para coronarse como número 1 del mundo, pero no pudo aprovecharla, penalizado por demasiados errores que, por contra, no cometía Adam Scott, vencedor con todo merecimiento. El australiano vuelve a demostrar que el golf aussie está de moda.
Scott ha sido el único en lograr dobles dígitos (-11) gracias a su vuelta de 70 golpes (cinco birdies dos bogeys y doble bogey), cazando un green tras otro, puro acierto, algo nada sencillo en un campo como Riviera, con greenes bastante pequeños y esquivos.
A eso le ha añadido una eficacia absoluta con el putter, especialmente en la parte final, cuando se jugaba la gloria con Sung Kang (segundo con -9 y 69 golpes), y con Scott Brown (segundo empatado con 68), pues el resto andaba demasiado lejos.
Tres golpes le metía, por otro lado, el australiano a Hideki Matsuyama, Bryson DeChambeau, Rory McIlroy, Max Homa y Joel Dahmen, ahí es nada. Infatigable, eléctrico, imponente.
Jon Rahm no puede coronarse en el fin de semana
El vasco tendrá que esperar a una nueva ocasión para reinar en la cima del golf. Finalmente, un mal final le condenaba al puesto 17º con 72 golpes, su peor registro del torneo, empatado con Rafa Cabrera Bello.
El vasco entregaba dos birdies y tres bogeys, muy poca producción para lo que acostumbra, pero es que el campo no ayudó nada de nada.
Sergio García, por su parte, se desinfló todavía más, hasta el puesto 37º con -1 de acumulado.
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Fotos: PGA Tour