Jugando en el campo norte, con poco bullicio, Woods y todo lo que mueve el que fuera número uno del mundo, jugaba en el sur, se unía la falta de marcadores. Palmer embocaba birdie tras birdie con la tentación se sacar su móvil de la bolsa y mirar su posición en la tabla.
«Me dije: no mires. Ya veremos cuando terminemos. Sabía que estaría cerca «, dijo.
Fue mucho mejor que eso. Su diez bajo par, 62 golpes, con un bogey en el último hoyo le llevó al liderato aventajando por dos golpes a Brandt Snedeker antes del fin de semana.
Fue una ronda magnifica en un bonito día en los acantilados del Pacifico.
Pero no fue bonito para todos.
Tiger Woods abrió su ronda con cuatro putts, desde algo más de siete metros, para un doble bogey, luego tres birdies en los cuatro últimos hoyos de la ida, para obtener algo de impulso. La vuelta no fue mucho mejor. Dos bogeys y dos birdies para terminar con 71 golpes, uno bajo par, en el puesto décimo séptimo a seis golpes de Palmer.
Al menos sigue jugando.
Quien no estará el fin de semana será Phil Mickelson, muy impreciso desde tee. Firmó un 73 en el recorrido Norte para fallar el corte por dos golpes. También falló el corte en el desierto la semana pasada.
Se unieron a él con el fin de semana libre el campeón defensor Justin Rose, Xander Schauffele, Rickie Fowler y el campeón del Abierto de Estados Unidos Gary Woodland.
Quien también seguirá jugando durante el fin de semana será Jon Rahm. El vizcaíno, jugando junto a Woods, comenzó con un bogey en el primer hoyo, terminado los nueve primeros con tres birdies seguidos. El impulso que buscaba Rahm para acercarse a la cabeza de la clasificación. Unos segundos nueve insulsos, terminados con un bogey, le dejan a cinco golpes del liderato. Con dos jornadas por disputarse, no parece que sea una distancia que Rahm no pueda enjugar.
