El madrileño Gonzalo Fernández-Castaño necesitaba recargar las pilas tras un año muy intenso, concluyendo en el Afrasia Bank Mauritius Open en el top 43, otro torneo más en el que no terminaba de brillar y en el que le faltaba esa regularidad que otras veces sí ha lucido.
Fallos con un palo o con otro, con los hierros, el putter, inconsistencia, mala suerte…todo se le ha juntado esta campaña, lo que ha desembocado en la pérdida de la tarjeta del European Tour para 2020 (se quedará eso sí con unas 10-15 invitaciones) y la necesidad de trabajar para recuperarla.
Ahora mismo lo que necesita el madrileño es desconectar, resetear por completo su mente y volver a gustarse a sí mismo jugando, volver a sentir pasión, ganas, ambición y volver a encontrar el tacto con la bola y eso ha de dárselo la ausencia de competiciones.
Mínimo un mes fuera de los campos al más alto nivel le permitirá mirar hacia atrás y encontrar de nuevo el camino a seguir, la senda por la que resarcirse de un mal año.
Esperamos que el 2020 sea para él un punto de inflexión y que por los campos volvamos a ver al mejor Gonzalo Fernández-Castaño.