Pocos comienzos hay con tanto aplomo, tanta confianza, tanto acierto como el que ofrecía Pablo Larrazábal en los primeros 18 hoyos de este Alfred Dunhill Championship. Una mezcla de pegada, excelente lectura de los greenes, sutileza con el putter y concentración.
Todo ello le propició 66 golpes (eagle, cinco birdies y bogey) y uno solo de diferencia respecto al líder, el holandés Wil Besseling, autor de una ronda muy parecida (eagle, seis birdies y bogey).
Además, hay que destacar que Pablo ha jugado a las mil maravillas al lado de un jugador que aquí se agiganta, que es todopoderoso y que cuenta con cuatro títulos y cuatro segundos puestos, Charl Schwartzel, quien en esta ocasión solo podía finalizar con 70 golpes y seis compatriotas por delante suyo.
Muy bien también el resultado de Alejandro Cañizares, a solo un golpe de Pablo (67) y con unos muy buenos primeros nueve hoyos (tres birdies) que luego se convertían en una montaña rusa en los nueve segundos (eagle en el 18 para rematar la faena, tres birdies y tres bogeys).
Por la tarde entraban en acción el resto de los nuestros, ya con peores resultados en su haber. Adrián Otaegui firmaba 69 golpes (T10), Carlos Pigem 74 muy abajo y con muy pocas opciones de remontar este viernes, Sebastián García concluía con 75 y Gonzalo Fernández Castaño se desplomaba con 78.
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Fotos: European Tour