Salía el de Barrika, Jon Rahm, con cinco de ventaja al inicio de la jornada y fue midiendo con sutileza cada hoyo, templando su mano, amasando sus mejores golpes en busca del momento justo en el que dar la estocada.
Varios podían inquietarle pero ninguno lo consiguió del todo. Quizá, el que más, Samuel Del Val, en otro día enorme para él, de excelentes sensaciones, de muy buen hacer sobre el campo, un día de ilusión de juvenil con empaque de veterano.
Volviendo a Rahm, el vasco estuvo tranquilo hasta el 4, donde inició su asalto definitivo: eagle y la presión para el resto. A este le siguieron dos birdies (7 y 9) con un trabajo excelente con el putter. Si está afilado (y lo estaba) es una de sus armas principales. Poco después, otros dos birdies más para la colección (10 y 14) y un golpe para la galería, intento enorme de putt en el 17 que se convirtió en su único lunar del día, bogey.
Del Val, por su parte, decaía un poco con bogey en el 3, pero remontaba con birdies en el 4, 7 y 8. Seguía ahí, en la pelea, pero terminaba finalmente en una más que merecida y digna de aplauso tercera plaza ante el resurgir final de Rafa Cabrera Bello, quien no terminaba de aguantar el ritmo y solo podía sumar pares, uno tras otro, sin acertar en su caso con el putter, al contrario que su compañero de partido; todo eso cambió, no obstante, a partir del 13, donde se soltó y dio el zarpazo que buscaba con cinco birdies de ahí al 18, quedándose con la segunda plaza y siendo »el primero de los humanos». Y no hay que olvidarse de Adri Arnaus, otro que empezaba muy bien con dos birdies (hoyos 4 y 7) pero que se veía frenado con el bogey del 11, mejor que el sábado, pero peor que los dos primeros días.
Un Adri Arnaus al que hay que felicitar no solo por su torneo, sino por la bella iniciativa que ha tenido estos días y por la cual anunció que donaría dinero por cada eagle y cada birdie logrado y, teniendo en cuenta que ha sumado 17 birdies y dos eagles, la cifra asciende a unos 2.300 euros. Un aplauso más que merecido.
Más abajo, Sergio García se embarcaba en su particular montaña rusa, con demasiadas idas y venidas en el inicio (bogey-eagle-bogey y dos birdies). Sin caer pero lejos de terminar de subir, en tierra de nadie. Eso sí, su final también le puede dejar contento al anotarse birdies en el 14, 15, 16 y 18, un final bastante dulce.
En cuanto al resto de españoles, Alejandro Cañizares finalizó con su mejor vuelta (66) y subió nueve plazas, hasta el top 17; Miguel Ángel Jiménez y Pablo Larrazábal empataban con otros jugadores en el puesto 33 (-6); Eduardo de la Riva y Nacho Elvira hacían lo propio con un golpe más en el 37; Alfredo García-Heredia concluía con 70 en el puesto 51 empatado y Borja V¡rto se conformaba con el -1 de acumulado.
Por último, Adrián Otaegui era el último de los que pasaban el corte con un total de PAR tras firmar 75 golpes, su peor vuelta, con cuatro bogeys.