Thomas sabe muy bien que las grandes ventajas no vienen con garantías. Cierto que seis golpes parecen asegurar la victoria. Desde 1928, solo siete líderes tras 54 hoyos en la historia del PGA Tour han perdido una ventaja tan alta. Pero Thomas recordó que, en 2017 en el Sentry Tournament of Champions, cuando lideraba por cinco golpes después de 13 hoyos, vio como Hideki Matsuyama lo redujo a uno antes de que pudiera cerrar la victoria definitivamente.
Matsuyama volvió a hacerlo este domingo. 31 golpes, cinco bajo par, en los nueves primeros hoyos, preparando lo que sería su segundo 63 de la semana. Los primeros del viernes, habían establecido el récord del campo. Duró veinticuatro horas hasta que Thomas lo eclipsó con un magnífico 61 el sábado, propiciando su ventaja.
Matsuyama estaba demasiado lejos para representar una amenaza real, pero uno de sus futuros compañeros en la President´s Cup, Patrick Cantlay, estaba ofreciendo algo más de resistencia. Cuando Cantlay embocó su cuarto birdie consecutivo en el décimo hoyo, par 5, mientras que Thomas hacía bogey, la ventaja se reducía a dos golpes.
Cantlay estaba en racha. «Sabía que tenía que hacer birdies», dijo.
Entonces Thomas activó el interruptor. Su juego comenzó a fluir sacando el competidor que lleva dentro. De hecho, cambió el nerviosismo con que había comenzado por la valentía, sabiendo que tenía que cerrar cuanto antes el torneo.
«Si tengo una ventaja de dos golpes con ocho hoyos a jugar«, dijo Thomas, «estoy seguro de que puedo lograrlo».
Ciertamente así fue. El cara a cara entre ambos cayó del lado de Thomas. Cuatro birdies del once al dieciocho, con un bogey en el diez. Respondidos con cinco birdies por un bogey de Cantlay, insuficientes para aguar la fiesta al campeón.
Hablando de fiestas … al ganar el BMW Championship, Thomas se coloca en el primer puesto de la FedExCup. Bajo el nuevo formato de golpes iniciales que se utilizará en el TOUR Champiosnhip. Thomas comenzará en East Lake con diez bajo par. A dos golpes empezará Brooks Koepka (-8), a tres lo hará Patrick Reed (-7), a cuatro Patrick Cantlay (-6) y a cinco Rory McIlroy (-5). Los clasificados entre el puesto sexto donde se encuentra Jon Rahm y el décimo partirán con -4, a seis del líder. Un sistema que da opciones de ganar a todos los participantes en la final.
«Ciertamente puedo decir que 1000% que nunca dormí con una ventaja desde el miércoles antes del torneo», bromeó Thomas.
Sabe que la oportunidad es inmensa. Ya ganó una FedExCup, en 2017, ganando cinco torneos mostrándose como uno de los mejores golfistas del mundo. Solamente Tiger Woods ha ganado en varias ocasiones la FedExCup. Thomas está en disposición de unirse al tigre. Un Tiger que finalmente no pudo colocarse entre los diez mejores y se perderá la fiesta de East Lake.
Jon Rahm acabó a siete golpes del líder, en una jornada que comenzaba con buen síntoma al cerrar los nueve primero hoyos con tres birdies. Sensaciones que no fructificaron en los nueve segundos, “sin chicha ni limoná”, un birdie un bogey. 69 golpes, quinta posición, para acabar como se ha citado sexto en el ranking final. Rafa Cabrera-Bello, que había superado el corte acabó en el puesto 63, muy lejos de lo que necesitaba para estar en Atlanta.
