Los periodistas esperaban con ganas a Georgia Hall en la rueda de prensa previa al British Open. La jugadora inglesa se sentaba delante de los micros y confirmaba que venía con mucha ambición a la cita.
»Es algo emocionante desde que llegas aquí, notas el calor de la gente, su apoyo, y eso te motiva. Sabes que va a venir mucha gente y eso te anima a hacerlo bien en el campo», comentaba Hall.
Lo más curioso del acto fue su confesión al respecto del torneo, ya que admitió que el que tenía junto a ella, en la mesa, no era el que había ganado el pasado año, sino el original, ya que el suyo (una réplica) había sido robado de su coche hace unos meses.
»Lo llevaba en el maletero, con las lunas tintadas y en su caja, por eso pienso que era alguien que sabía que era yo, porque los palos no se los llevaron y también estaban en el maletero, solo el trofeo. Es extraño. Sé que no tendría que haberlo llevado ahí, sino dejarlo en casa, pero son cosas que pasan. Ahora voy a intentar conseguir que me hagan otro y, por supuesto, ganarlo este año nuevamente», admitía.
El caso es que el Woburn Golf Club ya lo tiene todo preparado. Campo en perfectas condiciones, gran ambiente de aficionados y grandes jugadoras dispuestas a pelear por la victoria, entre ellas las españolas Azahara Muñoz, Carlota Ciganda y Nuria Iturrios.
