La Armada Española no recordará, desde luego, este 101º PGA Championship por sus buenos resultados, sino más bien por casi haber entrado en la historia por una caída que pocos recuerdan. Y es que hacía unos cuantos años, como mencionábamos antes, que los nuestros no cedían a las primeras de cambio en un Major, concretamente en el mismo escenario, el PGA en 1998, cuando José María Olazábal y Nacho Garrido quedaban fuera del corte.
Ahora han sido unos cuantos más: Sergio García, Jon Rahm, Jorge Campillo y Adrián Otaegui. Sorprende más si cabe el caso de Rahm, quien había empezado con un buen 70 pero se quedaba con 75 impactos, y eso que empezaba con dos birdies que anunciaban un gran día, pero después vino la peor parte y Bethpage se mostró muy duro (siete bogeys). Otaegui, por su parte, mejoró el 73 del primer día con un golpe menos pero tuvo demasiados altibajos (tres birdies y cinco bogeys).
Rafa Cabrera Bello ha sido el único superviviente. El canario, aunque ha ido con el agua al cuello y lo ha pasado por los pelos, ha conseguido meterse en el fin de semana. Lo ha hecho justo en el +4, dudando hasta el último momento a pesar de haber jugado bastante mejor en cuanto a sensaciones y números que el primer día. Terminaba con 69 golpes (tres birdies y dos bogeys), un botín quizá escaso pero que le permitirá mirar con más optimismo lo que tiene por delante.
Sergio García sigue sin encontrar su molde en los Grandes. El de Borriol, aunque ha mejorado también, ha sido insuficiente para mejorar el corte situado en +4. Terminaba con 71 golpes y poco brillo, despidiéndose de su séptimo Major consecutivo. Muy atrás queda ese Master de Augusta que parecía dar un portazo a la maldición pero desde entonces, naufragio total. En su caso, todos los problemas han venido en los greenes, auténtica tortura china, en los que fallado más de seis oportunidades claras de birdie, números que, desde luego, no ayudan y que conviene estudiar a fondo.
Por su parte, Campillo poco pudo hacer pues ya lastraba un muy mal resultado de la primera jornada, pero aun así conseguía resarcirse y terminar con una vuelta de 73 en la que, aunque no brilló, sí que se sintió mejor sobre el campo.
Brooks Koepka, de momento, inalcanzable
Mientras, en lo más alto, Brooks Koepka, líder destacado, un golfista que está jugando como si fuera Muhammad Alí en el ring, »volando como una mariposa y picando como una avispa». Ligero y temerario a partes iguales, sin encontrar atisbo alguno de duda en su juego. Ya avisó la jornada del jueves con 63, pero este viernes volvió a golpear duro con 65, la mejor vuelta del día.
El norteamericano empezó con tres birdies en los cuatro primeros y siguió con cuatro más en la segunda mitad de la vuelta donde sumó, además, dos bogeys (10 y 17). Puro ejercicio de aguante y de ir siempre por la línea, pegando largo y recto, sus principales armas.
Y por detrás, todos con la lengua fuera, intentando no ya alcanzarle, sino que se fuera lo menos posible, pero se ahogaron en la carrera. Quien mejor le ve (aunque desde la distancia) es un Jordan Spieth que está empezando a mostrar esa cara de ganador que ya ofreció en el pasado y que le llevó al número 1. Es cierto que está a siete golpes de su compatriota, pero su ronda de 66 le permite ser el mejor de los humanos. Junto a él empata Adam Scott con el mejor registro del día (64) que le ha permitido subir 39 posiciones.
Al cuarto lugar se ha encaramado Dustin Johnson (67) otro que viene mejorando y que está junto a Matt Wallace, Daniel Berger, Luke List y un Kelly Kraft que se salvaba con un impresionante 65 de la quema de Bethpage. En el noveno lugar está Justin Rose (67 y -3), Tommy Fleetwood ha caído al décimo lugar (71) junto con Louis Oosthuizen, Hideki Matsuyama y Rickie Fowler, Phil Mickelson está en el T26 (PAR) al lado de Francesco Molinari y Lucas Bjerregaard, Henrik Stenson en el T47 con +2 y diez posiciones más abajo empatan Tony Finau, Jason Day y Rory McIlroy, ambos salvados in extremis.
No podían salvarse Bubba Watson ni Tiger Woods, entre otros. Woods finalizaba con 73 impactos merced a sus tres birdies y sus seis bogeys, tres de ellos en el comienzo de los segundos nueve hoyos.
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Fotos: PGA Championship
