Cuando muchos pensaban que no iba a volver a ganar, que la espalda le había vencido y que no iba a volver a ser el que era, Tiger Woods, vestido de rojo batalla como en sus domingos de gloria, se encarga de una vez por todas en Augusta de cerrar bocas y dar portazo a todos los fantasmas del pasado.
Major número 15 en su amplia cuenta y quinta Chaqueta Verde, a solo una del todopoderoso Jack Nickalus. Un regalo para el golf y para los aficionados: