»Tal y como está el campo, sobre todo con los cambios en el hoyo 5, larguísimo todo, no veo que tenga posibilidades de hacer nada. No sé qué me pasa cuando llego aquí que el drive me empieza a fallar. Llevaba un par de semanas dándole muy recto y llego aquí y pierdo sensaciones», comentaba José María Olazábal, gran protagonista de la historia de Augusta y que esta semana está de múltiples celebraciones.
»Además de los aniversarios que has comentado, siempre es especial venir a Augusta. Es una semana que siempre está en mi calendario. Y aquí seguiremos viniendo y jugando mientras seamos competitivos. Mira el ejemplo de Mark O’Meara que estuvo la semana pasada conmigo en el Champions Tour y esta semana no juega porque no se encuentra cómodo con su juego o no se ve capaz de hacer un buen resultado».
Augusta siente un cariño y un respecto muy especial por Olazábal, y siempre arrastra multitud de personas que le siguen y que le llevan en volandas por el campo. »En el fondo somos todos profesionales y llevamos dentro el espíritu competitivo. Mientras tenga eso dentro seguiré viniendo a Augusta. Cuando ya no pueda jugar… ya veremos».
De Augusta a Atlanta, que será el próximo destino del jugador vasco, que estará cinco semanas jugando en el Champions Tour americano. Una agenda apretada para Olazábal, que espera pasar el corte que ha fallado en los dos últimos años por un solo golpe.