A lo largo de la historia, los sistemas de hándicaps se desarrollaban pensando en la forma en que se competía en cada zona. Así, por ejemplo, en las Islas Británicas, hasta este mismo siglo, las mujeres y los hombres tenían sistemas de hándicaps distintos.
Sin embargo, ello ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo de los años, adoptándose los sistemas que se creían más justos, como es el caso del Sistema de Hándicaps EGA, que se basa en el Sistema de Hándicaps CONGU con la incorporación del sistema USGA de Valoración de Campos.
En la década de los 90 del siglo pasado tuvieron lugar las primeras reuniones y contactos para disponer de un único sistema de hándicaps. Este primer intento no fructificó, pero sentó las bases para la expansión del Sistema USGA de Valoración de Campos por todos los sistemas de hándicaps.
Contrariamente a lo que piensa mucha gente, el R&A no tiene competencias en materia de gestión de hándicaps, es decir, no hay un sistema de hándicaps desarrollado por ellos. Con ocasión del Open Británico de 2011 celebrado en Royal St. George, representantes del R&A, la USGA, Golf Australia (GA), EGA, Golf Argentina (AAG) y Sudáfrica (SAGA) se reunieron para ver la posibilidad de desarrollar un único sistema de hándicaps.
De esa reunión salieron muchas ideas, un compromiso común y una especie de carta fundacional que sentó las bases de una idea que ahora ha tomado mucha más forma y que se sustenta en 10 puntos básicos e imprescindibles que todo sistema de hándicaps debe tener.
– Permitir que el máximo número de jugadores acceda a tener un hándicap
– Permitir que jugadores de distinto nivel puedan competir en igualdad de oportunidades en cualquier campo del mundo
– Predecir con una buena precisión el resultado de un jugador en cualquier campo de golf bajo condiciones normales de juego
– Basar el hándicap en suficientes evidencias sobre el nivel del jugador
– Enfatizar el juego de acuerdo a las Reglas de Golf
– Reflejar las variaciones en las condiciones de juego
– Incorporar elementos de flexibilidad para adaptarse a las exigencias locales
– Fácil de entender por jugadores, clubes y federaciones, siendo a la vez barato de aplicar
– Tener la confianza de usuarios y administradores
– Capacidad de revisión por parte de las principales autoridades de hándicap
A esa reunión le siguieron otras en las que se debatió la forma de desarrollar este sistema de hándicaps y qué grupos de trabajo se deberían formar para llevar a cabo este proyecto. En 2014 se creó el primero de esos grupos, el World Handicap Research Team (WHRT), que se encargaría de estudiar y desarrollar todos los aspectos técnicos.
Otro de los grupos que se formó fue el Handicap Operations Comittee (HOC), que es el órgano que toma las decisiones finales sobre cada uno de los componentes del sistema de hándicaps. Es un grupo amplio formado por 15 personas, representando a cada uno de los seis sistemas de hándicap actuales, además del R&A y algunas federaciones nacionales importantes (como Canadá o Japón).
Actualmente existen seis grupos de trabajo que desarrollan diferentes aspectos de un proyecto tan complejo como éste. Además de los dos citados anteriormente, existe el World Handicap Course Rating Comittee (WHCRC), que se ocupa del Sistema de Valoración de Campos; la Nomadic Task Force, que se ocupa de integrar a aquellos jugadores que no pertenecen a un club (situación muy común fuera de España, especialmente en EEUU); el Book Committee, que se encarga de la redacción del manual y el grupo de trabajo de desarrollo informático.
El desarrollo del Sistema de Hándicap Mundial está prácticamente terminado. Actualmente se está trabajando en 3 aspectos principales:
– Redacción del manual y guías de apoyo
– Desarrollo de las aplicaciones informáticas necesarias
– Realización de un test en paralelo con resultados reales
No ha sido un camino fácil, ya que cada sistema de hándicap actual ha sido desarrollado para cubrir unas exigencias locales que varían mucho de una parte a otra del planeta. Aquí en España, los jugadores pueden acceder a competiciones con cierta facilidad y por tanto el hándicap debe ofrecer la posibilidad de competir contra todo el resto de jugadores de forma justa.
En Estados Unidos, por contra, apenas hay torneos en los clubes y los jugadores usan sus hándicaps en partidas amistosas, y esto requiere del sistema de hándicaps unas características diferentes: en Estados Unidos cualquier vuelta que se juegue, sea competición o no, debe ser tenida en cuenta a efectos de hándicap, hay jugadores con handicaps bajos que jamás han jugado una competición.
En nuestras antípodas, los clubes australianos organizan de media 4 torneos a la semana; estos ejemplos dan una muestra de la complejidad del proceso.
No obstante, este proceso está a punto de terminar y a lo largo de 2019 se anunciará la fecha definitiva de lanzamiento del sistema, el periodo de adaptación que necesitará cada federación para cambiar del sistema actual al nuevo, se publicará el manual y se realizará un gran esfuerzo para enseñar a todos los estamentos que intervienen en un sistema de hándicap (federaciones, clubes, comités y jugadores) cómo utilizar el nuevo Sistema de Hándicap Mundial.