23 de noviembre de 2024

¿Cómo se da la vuelta al mundo con 80 palos de golf?

¿Cómo se da la vuelta al mundo con 80 palos de golf?

Ana Huertas y Evaristo Torres, dos entrañables cartageneros, siguen dando la vuelta al mundo con lo imprescindible, entre lo que no falta unos palos de golf. »Toda Mongolia es un campo de golf. Con una extensión tres veces España, el país asiático, plagado de llanuras llenas de hierba sobre un ondulante terreno, te invita a practicar», dicen

En 2009, la televisión pública española estrenaba ‘Españoles en el mundo’. Un programa que acercaba al televidente a los distintos destinos del globo terráqueo a través de españoles instalados en diferentes países. Pues bien, una sola preposición habría convertido a los cartageneros Ana Huertas y Evaristo Torres en excelentes protagonistas de un espacio titulado ‘Españoles por el mundo’.

Porque desde 2002 esa inmensa esfera ha sido su hogar, »su otra vida», como a ella se refieren cuando hablan de aquella que les ha permitido tener otra existencia a lo largo de las 45.000 millas náuticas recorridas de 2002 a 2008 en su catamarán, o en los 150.000 kilómetros que desde 2011 y hasta hoy, acumulan con su camión.

Un 4×4 acondicionado por ellos mismos para una nueva vuelta al mundo, pero esta vez terrestre. Un viaje personal, emocional y necesario para ambos, que no ha contado nunca con un respaldo económico que no fuera su propio ahorro y sacrificio.

Cuando Ana y Evaristo se conocieron y entablaron conversación, el del Barrio de la Concepción le dijo: »Mi ilusión en esta vida es dar la vuelta al mundo». A lo que ella –sorprendentemente para él– respondió: »Para mí también».

Ana sonríe recordando aquel momento porque »no me creyó, pero era así». Un viaje con unos amigos les mostró que estaban listos para afrontar, juntos, el literal viaje de sus vidas, contando en la ecuación con la complicidad del mar y la compañía de su querida doberman Luna.

Vuelta al mundo con 80 palos de golf 2019

A modo de introducción, se casan en la isla de la Perdiguera, de noche y con los invitados llegando, como no podía ser de otra manera, en barco.

Ahorran el 70% de sus sueldos para poder contar con un presupuesto que les permita llevar a cabo esa ‘otra vida’. Venden todo lo accesorio que poseen y alquilan sus respectivas viviendas para adquirir la embarcación apropiada que les lleve por lo desconocido, pasando de manejar un ‘hobie cat’ a patronar un catamarán.

Nada es un inconveniente: »Lo realmente difícil de verdad es finalmente ‘soltar amarras’, pero era tal nuestra ilusión…», que allí estaban un 29 de junio de 2002 iniciando su travesía, rememora Evaristo.

Si quieres leer toda la información sobre este gran viaje, puedes hacerlo entrando en el siguiente enlace:

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