Lo ideal siempre es comer y beber inmediatamente después de finalizar nuestra competición, incluso antes de ducharse. Si se puede ingerir algo sólido, comer alimentos energéticos lo antes posible. Se deberá comer antes de los 20-30 minutos que haya terminado la competición.
Si no apetece tomar algo sólido, conviene que la bebida contenga carbohidratos (por ejemplo un refresco energético o frutas). Conviene comer una comida completa lo más pronto posible, sin que hayan transcurrido más de dos horas desde su final.
Consumir unos 50 gramos de carbohidratos para facilitar su reposición en los músculos. Pueden ser alimentos de poco volumen, como galletas integrales, un poco de chocolate, una barrita energética, plátanos, una pequeña porción de copos de maíz, pasas o un refresco energético con sales minerales.
Y es que una dieta adecuada ayuda al organismo a hacer esfuerzos físicos y permite lograr el potencial máximo dentro de los límites de la naturaleza y el ejercicio.
