Continúa el buen hacer de Gary Woodland en el primer torneo del año del circuito PGA. Territorio hawaiano para darle la bienvenida al año con sol y buen golf y con otro 67 de Woodland, el segundo, de nuevo con ocho birdies (seis de ellos en los nueve segundos hoyos) y dos bogeys.
Muy buen tino de momento, especialmente con el putter, y eso que el viento en este campo ayuda poco o nada, pero está sabiendo resolver los poquísimos problemas en que se mete, al igual que el trío de perseguidores que no le van a dar mucho respiro a sus tres golpes de ventaja.
Con -9 tenemos a Bryson DeChambeau (68), un jugador que desde el año pasado parece querer mostrarse ya del todo y haber dado un paso adelante no solo en el ranking, sino en la cosecha de titulares y torneos; Rory McIlroy (68), otro que quiere volver por sus fueros tras un tiempo alejado de las peleas los domingos y que necesita victorias como el comer, y Kevin Tway, quizá el más desconocido pero peligroso igualmente, líder al inicio del día tras su magnífico 66 de la primera jornada.
No andan muy lejos otros pesos pesados que seguro van a meter una marcha más en esta segunda parte del torneo. Cameron Champ sigue derribando barreras a pesar de su corta edad, y esta sexto, empatado con Xander Schauffele y Justin Thomas (-7); Ian Poulter se cuela entre los 10 primeros al empatar con Jason Day en el T9; Dustin Johnson (defensor del título), ha sido el más perjudicado del día con 74 golpes (-5), mientras que Francesco Molinari está ya demasiado abajo, a 10 golpes del liderato y Brooks Koepka está con el PAR del campo en el puesto 27.
En cuanto a Jon Rahm, nuestro único representante en la cita, ha mejorado sensiblemente sus números y su caminar sobre el campo; este segundo día ha terminado con 71 impactos (tres birdies y un bogey), otro día más bajo par, y se ha colocado a las puertas del top 10, a siete golpes de Woodland. Y eso que el putter, una de sus armas preferidas, aún no se ha presentado este año y no ha entrado en juego.
Sobre los greenes no hemos visto al jugador agresivo que suele ser el vasco, incisivo y contundente, y se está limitando por el momento a apretar lo justo y minimizar fallos. Todo hasta que llegue la pólvora.
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Fotos: PGA Tour
