El británico Justin Rose ya tiene su nombre en lo más alto del torneo turco y ahora, por ranking, experiencia y golf va a ser muy difícil bajarle. Ronda de 65 golpes para él con siete birdies y solo un fallo de bogey en el 10, un mal menor que aun así le permite tener dos de ventaja sobre sus más inmediatos perseguidores.
Eso sí, tal y como se está comportando en el campo no va a ser fácil que alguien se le acerque, porque sus números impresionan y parece que va decidido, ahora sí por fin, a vencer y hacerse con el número uno del mundo.
Por detrás, sus compatriotas Danny Willet (65) y Tom Lewis (extraordinaria ronda la suya con 63 golpes) podrían hacerle un gran favor y no atacar demasiado por aquello de ver a un inglés en la cima, pero dudamos concedan lo más mínimo, y mucho menos aún el que está con ellos, Thorbjorn Olesen (67), otro hombre de victorias.
Quinto se ha situado, con una excelente jornada de 65 golpes (seis birdies) y con otro día más sin un solo error, Adrián Otaegui. Se mostró el español muy seguro durante todo el día y lleva dos jornadas de sobresaliente en Turquía. Pocos están rayando a este nivel y él está con los mejores, a tres golpes del liderato y con la mirada puesta en aspirar a todo.
Quien no conseguía mejorar era Pablo Larrazábal (69), quien está en el puesto 25 con -5 de acumulado pero con la intención de mirar hacia arriba. Desde luego, se merecía llegar al fin de semana en la parte alta y todo lo que consiga ahora valdrá y mucho para el resto de temporada. El objetivo del top 15 lo tiene a dos golpes y con 36 hoyos de por medio, es una distancia más que salvable.
Más abajo están Jorge Campillo (69 y T45), Álvaro Quirós (73 y T53) y Nacho Elvira (72 y +1). En el caso de los dos últimos hay que intentar olvidar los dos malos primeros días y ponerse el mono de trabajo. Con rondas de 69 o 70 podrían escalar bastantes posiciones y, por qué no, colarse en el top 50.
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Fotos: European Tour