No fue, ni mucho menos, la mejor vuelta de Tony Finau en este WGC HSBC Champions pero al menos salvó el día, ayudado también por un final muy acertado y por la hecatombe de su principal rival, Justin Rose, que naufragó en el último tramo.
Todo lo logrado los días previos se le dio la vuelta al norteamericano, quien empezó con birdie y dos bogeys en los cinco primeros, sumando otro más en el 12 pero terminando de forma excelsa, con birdie en el 13 y tres seguidos en el 16, 17 y 18, una buena guinda al pastel. Todo lo contrario que Rosea quien un excelente día de inicio con cuatro birdies y bogey en los nueve primeros se le fue al traste al final, donde a pesar de poner en rojo su estadística en el 13 y el 16, falló estrepitosamente en el 17 con doble bogey y un bogey en el 18.
Tornas dadas la vuelta entre los dos jugadores, algo que supo aprovechar Xander Schauffele (69) para colocarse segundo entre medias (-12) y unirse a la lista de posibles ganadores en Asia, o al menos para molestar, pues partirá en el duelo estelar y seguro que tiene mucho que decir. Entre los tres estará presumiblemente el título, ya que el siguiente se encuentra a cuatro golpes.
El resto de posibles candidatos anda sin el acierto o mejor dicho, sin la pegada necesaria para inquietar (Tommy Fleetwood con 72 y -7, Patrick Reed con -10 pero sin las sensaciones del inicio, Brooks Koepka con -1…).
Rafa Cabrera Bello tampoco podrá sumarse a la lista de aspirantes, puesto que ha repetido ronda por encima del par, de nuevo 73 con dos caras totalmente opuestas; si en los primeros nueve encadenaba cinco birdies y un bogey para colocarse entre los mejores y ver su nombre en la parte alta, en los nueve segundos el golpe era muy duro. Una sucesión de errores, malas elecciones y tiros que se iban demasiado desviados le daban una renta de varios bogeys consecutivos (11, 12, 13, 14 y 15) a los que añadía otro en el 17 y, al menos, un birdie en el 18 para terminar.
En cinco hoyos, todo su trabajo se fue al traste sin que pudiese hacer nada. Lo intentó de todas las maneras pero la bola no entraba, no había acierto con el drive, tampoco con los hierros y mucho menos desde el green, donde un putter que brillaba en la primera mitad recibió un chorro de agua en su pólvora, y se apagó.
Algo mejoraba Jon Rahm con 69 golpes, subiendo hasta el puesto 24 empatado gracias a tomarse el día con más calma y acertar esta vez sí en los golpes que días antes no entraban. Sus primeros nueve hoyos se resumen en nueve pares, regularidad total, mientras que en los segundos nueve sí empezó a encadenar birdies (hasta cuatro) que le tranquilizaron y mejoraron aún más su juego, para terminar esta ronda con al menos, una pequeña sonrisa.
No tenía su día Rory McIlroy, ronda de 75 mediante, para sumar un +3 en la jornada que ya le pone con +8 y nada de buenas sensaciones; no termina el norirlandés de estar afilado y ello hace que no sea capaz de pelear por cotas bastante más altas, algo que lleva tiempo, quizá demasiado, sin conseguir.
En cuanto al resto de españoles, tanto Adrián Otaegui como Jorge Campillo terminaban con 75 golpes, empatados en el puesto 58 con +9 de acumulado en un torneo que tampoco se les está poniendo de cara. Más destacado fue si cabe el caso de Campillo, con un 10 (quíntuple bogey) en el hoyo 8, situación totalmente dantesca.
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Fotos: European Tour