Sí, tenemos otro CAMPEÓN DEL MUNDO. Así, en mayúsculas, y recibe el nombre de Alejandro del Rey. El madrileño ha realizado una auténtica exhibición este domingo en Irlanda y ha desbancado al sólido líder de la competición, el japonés Takumi Kanaya.
El trío español, capitaneado por Luis Méndez y entrenado por Salvador Luna, rondó siempre la medalla de oro, llegando a dominar la clasificación en algunos momentos del día, inspirado siempre por el juego sublime de un Alejandro del Rey que se ha dado a conocer al gran público mundial.
Dinamarca (-39), con los hermanos Hojgaard a los mandos en esta cuarta jornada, en la que España empezaba a tres golpes de diferencia de los líderes, el equipo de Nueva Zelanda pero, con tres birdies en los cuatro primeros hoyos de Alejandro del Rey, en combinación con un birdie de Víctor Pastor al 1, impulsaron con fuerza a los nuestros para colocarles en cabeza.
Pero quedaba la parte final de la vuelta, donde había que jugarse el todo por el todo, con varios países apretando de lo lindo. Esos hoyos finales fueron un desfile de nervios en todos los equipos implicados. Inmune a ellos era Alejandro del Rey, que se apuntaba un birdie tras otro (ocho en el día para -23 al total y un dato para el recuerdo: solo dos bogeys en toda la semana).
Los bogeys de Víctor Pastor en los hoyos 10, 14 y 15, y el de Ángel Hidalgo en el 13 dejaban a ambos en el par del campo y al equipo en -33. Fue el momento más crítico del día, ya que coincidió con el estirón de Dinamarca, que se escapaba a -37 de la mano de un imparable Nicolai Hojgaard, siempre bien secundado por su hermano Rasmus.
Segundos a la postre fueron los de Estados Unidos, con España en tercer lugar y Nueva Zelanda cuarta. Alejandro del Rey ató el bronce con otro birdie al 17 que, de paso, le otorgaba el primer puesto de la clasificación individual y le convertía en campeón del mundo individual.
Del Rey sustituye en este palmarés en nuestro país a un tal Jon Rahm, quien ya consiguiera esta hazaña en 2014, cuando España fue, igualmente, tercera.
