Embocó un putt de seis metros para convertirse en el décimo jugador del PGA Tour en romper la barrera de los 60 golpes. Jim Furyk estableció el mejor registro de 58 golpes en la ronda final del Travelers Championship en 2016.
“Será mejor que sonría” confesó Snedeker “No se consigue una tarjeta así todos los días”.
Este es el tercer año consecutivo que el PGA Tour ha visto una ronda por debajo de la barrera de los 60 golpes. En 2017 Adam Hadwin firmó 59 en la tercera vuelta del Careerbuilder Challenge.
Snedeker obtiene una ventaja de cuatro golpes tras la primera jornada. Ryan Moore y John Oda firmaron 63 golpes, en tanto que Martin Flores, D.A. Points, Brett Stegmaier, David Hearn, Abraham Ancer, Ollie Schniederjans y Jonathan Byrd registraron 64.
Ha sido un año un tanto frustrante y turbulento para Snedeker. Tiene tres resultados entre los 10 primeros y dos cortes fallados en sus últimos siete eventos y no ha ganado en el TOUR desde 2016. Durante sus primeros 16 torneos de la temporada, terminó entre los 10 primeros solo una vez.
Algo parecido le sucede a Sergio García para quien este torneo debería ser un punto de inflexión en la temporada. García no levanta cabeza desde que se enfundara la “Chaqueta Verde” y, la sensación de frustración del castellonense, se está reflejando en su comportamiento fuera de los campos.
Entrego una tarjeta de 66 golpes en la apertura del torneo. Cinco birdies por un bogey, un buen resultado para comenzar, sin embargo, deberá ofrecer mucho más si no quiere verse fuera de los Play-Off de la FedEx Cup por primera vez en trece años.
Más irregular se mostró Rafa Cabrera-Bello, 68 golpes, cuatro birdies, dos bogeys en su recorrido. El canario tiene a su alcance un plaza en el equipo de la Ryder Cup un buen resultado podría darle los puntos necesarios para alcanzar el objetivo.