Rafa Cabrera-Bello no está fino. Se le ha visto errático con el putter sin embargo el canario se ha empeñado en seguir en el torneo. La primero jornada fue un tobogán un sube-baja constante para acabar con 74 golpes, un doble bogey en el hoyo 16 marcó la diferencia.
Ayer en la segunda ronda todo muy parecido. Esta vez los números rojos prevalecieron tres birdies por dos fallos. Uno bajo para al finalizar la ronda. La voluntad y la paciencia de Cabrera-Bello le valen para seguir en competición.
Sergio García por su parte no levanta cabeza desde que se enfundará la Chaqueta Verde. Cuarto corte consecutivo fallado en un grande. Entre un poco de mala suerte y su ansiedad le vuelven a mandar a casa. Ayer fue un querer y no poder. Toda su frustración se vio en el hoyo 18, a pesar de salvar el cuatro, fue quejándose del lie de la bola en todo momento. Al finalizar declaró que no sabe si ha perdido la ilusión por el golf. No es la primera vez que se le escucha algo así al de Borriol.
Jorge Campillo vuelve a casa con la alforja llena de experiencia. Tras la primera jornada ilusionante el extremeño se topó con Carnoustie. No jugó mal, pequeños detalles fueron lastrando su tarjeta. Hasta el 18 mantuvo opciones tras dos birdies en el hoyo 13 y 14 un bogey en el 18 dio al traste con la ilusión. No obstante veremos a Campillo en más grandes, sin ir más lejos en el PGA Tour el mes que viene.
