Fuerte viento, rough comebolas y unos greenes que no conceden el más mínimo margen de error, máxime teniendo en cuenta la lluvia caída los días previos. Si te equivocas, te hundes. Shinnecock mostró una de sus peores versiones, mordiendo desde el tee del 1 y hasta el green del 18 y dejando que se salvaran de la masacre, más por empuje que por explosión de juego, Ian Poulter, Scott Piercy, Russell Henley y Dustin Johnson.
Ian Poulter apura opciones para volver al equipo europeo de la Ryder Cup, mientras que el número 1, quizá por aquello de estar en un excelente estado de forma y de juego se salvó de la quema, aunque obviamente su producción de juego no fue la mejor, pero ya está arriba, y mira al resto por el retrovisor.
De los favoritos, el que más se le acerca es Justin Rose, a dos golpes (71), en un grupo donde también está Henrik Stenson y al resto, hay que irse a buscarlos muy abajo.
En el puesto 37 están Justin Thomas (74 golpes con birdie, tres bogeys y un doble bogey); con 75 están Hideki Matsuyama y Tommy Fleetwood, con 77 Bubba Watson y Phil Mickelson y muy, muy lejos, Jordan Spieth y Tiger Woods (78), Jason Day (79) y Rory McIlroy (80).
Tanto Spieth como Woods, Day y McIlroy están prácticamente fuera de cualquier opción de victoria, si bien la tabla puede dar muchas vueltas pero ahora tienen que perseguir más el llegar al fin de semana vivos si superan el corte, claro está.
Entre los españoles, hay que decir que igualmente pelearon, sufrieron de lo lindo y salvaron los muebles como buenamente pudieron. Al que mejor le fue en plena línea de combate fue a Rafa Cabrera Bello, autor de 73 golpes y metido entre los 19 mejores; eso sí, tan solo se pudo llevar a la casa club un birdie por los cuatro bogeys obtenidos. Muy poco bagaje pero un día positivo visto lo visto.
Sergio García empezó como líder con birdie en el 1 y las sensaciones parecían muy positivas, pero el campo no quiso dejar a ningún jugador sin morder, y le replicó con dos bogeys en los dos siguientes hoyos. Vuelta a empezar. Al final de la primera mitad de la vuelta, mismo guión, birdie en el 8 y réplica con bogey en el 9, altibajos constantes. Acto seguido, el gran bache del día, doble bogey en el 10 y dos bogeys más (11 y 14) para una segunda mitad sin brillo que le deja en mitad del pelotón.
Por último, Jon Rahm, con 78 golpes (dos birdies, seis bogeys y dos dobles bogeys). ha sido el peor parado en esta partida a tres de los españoles, el que más ha necesitado de empuje pero también al que más sereno se ha visto, y eso que la situación era para desesperarse. El 18 fue la puntilla, cuatro putts para poder meter la bola, un desenlace que a cualquiera le quita la sonrisa y le da que pensar, y que a él le provoca ya ganas de salir de nuevo al campo y revertir la situación.
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Fotos: PGA Tour
