Altos y bajos, valles y montañas, una verdadera montaña rusa de sensaciones y de juego es lo que vivía Ariya Jutanugarn este domingo en el US Women’s Open, donde partía como favorita y aunque lo rubricó, le costó mucho hacerse con el título.
Pero vayamos por partes. El comienzo de la asiática fue tremendo, con cinco birdies y un solo bogey en sus registros. Hasta ahí, todo perfecto y no parecía que nadie pudiese relevarle del liderato, pues era todo solvencia, pero en los nueve segundos, entró en barrena.
Triple bogey en el 10 y bogey en el 12 para quedar en estado de shock ella y el torneo, algo que aprovechó Hyo Joo Kim para acerársele muchísimo, pues venía lanzada con tres birdies en los nueve primeros, a los que añadió dos más en los nueve segundos y cero errores. Todo lo contrario que Ariya quien, aunque respiraba algo con el birdie del 16, cometía dos bogeys más para terminar y tener que ir al desempate. Locura total.
Es algo complicado ver en una jugadora de su calidad dos partes tan diferenciadas y opuestas, pero Ariya no es humana o al menos se encargaba de demostrarlo este domingo.
Ya en el desempate, que este año cambiaba de modalidad con un play off a dos hoyos y después, si seguía habiendo igualdad, se jugaría a muerte súbita, sería Ariya la más acertada. Empezó golpeando, eso sí, Kim, con un birdie en el 14 que ponía aún más contra las cuerdas a la tailandesa, pero en el segundo falló y le dejó todo a placer a Ariya.
No pudo conseguir el birdie en el 18, tampoco el par, fallando un tiro desde el bunker, mientras que Ariya se anotaba el par y, por ello, tocaba un tercer hoyo, ya a cara o cruz.
Aquí se le escapó otra gran oportunidad a Kim y cuando concedes tanto, al final lo acabas pagando. No obtuvo el birdie y solo pudo salvar el par, igual que Ariya con una magnífica recuperación que obligaba a otro hoyo más. De nuevo desde el bunker y esta vez sí con acierto y mucha calidad, Jutanugarn lograba el par acertando con su golpe, aunque in extremis, mientras que Kim, quien también se fue a la arena, no lograba recuperar como su oponente y su golpe se quedaba bastante más lejos, obteniendo bogey y cediendo el triunfo.
Muy valiente y de aplaudir el torneo de Carlota Ciganda. Lo intentó desde lejos viendo la masacre de Ariya pero se quedó cerca y no terminó de incomodar. Terminó, eso si, con 69 golpes, tercer puesto en solitario y con el mejor resultado de su carrera en un grande, en una semana en la que ha vuelto a demostrar su calidad.
Bastante más abajo terminaba Luna Sobrón, en el puesto 34, con una ronda de 72 golpes, su segunda más baja de la cita, y en el 41, Azahara Muñoz con 77, un mal día para su juego y sus opciones de meterse algo más arriba.
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Fotos: LPGA