Intenso final, con apoteosis del ganador, un grito de alegría y rabia a la vez y un desempate a tres en el que cualquiera pudo ganar, pero ya se sabe que aquí solo puede vencer uno y en este caso la gloria fue para el científico del golf, Bryson DeChambeau.
Su particular estilo (recuerden que emplea la misma longitud en todos sus palos) le ha llevado a un nuevo triunfo como ya hiciera, por ejemplo, en el John Deree del año pasado, y todo con solo 24 años.
Eso sí, le ha costado pues tras tenerlo todo a favor, el último día se iba demasiado largo, quizá aquejado por el mal de altura que muchos sufren al intentar cerrar un torneo, y dejaba sus registros en 71 golpes (con tres birdies y dos bogeys) que daban acceso total a Byeong Hun An y Kyle Stanley (con quien además compartía partida el domingo) para que estos se colasen y le compartiesen el liderato al finalizar los 18 hoyos.
En el desempate, era Stanley el primero que caía, no pudiendo salvar siquiera el par en el 18 mientras que, al intento siguiente, el norteamericano se apuntaba un buen birdie por el par del asiático, logrando así la felicidad total y el reconocimiento del público y de los oponentes.
Al final, una de las sorpresas del torneo, Joaquin Niemann, se iba por encima de los 70 golpes (73 en concreto), pero aun así lograba terminar metido entre los seis mejores, un comienzo más que digno para este joven jugador.
Por detrás suyo, Justin Rose (70), Dustin Johnson (67) y Justin Thomas (68), Rickie Fowler (68) y Rory McIlroy (69), todos en el octavo lugar, mientras que más abajo, en el puesto 13, concluían Phil Mickelson (8) y Henrik Stenson (69). Jason Day, por contra, no podía mejorar, sino que emperoaba los registros y caía, con 74 golpes, hasta el puesto 44.
Por su parte, Tiger Woods, terminaba como empezó, con 72 golpes (tres birdies y tres bogeys) en una mala segunda mitad de vuelta en la que enterró todas sus opciones de aguantar arriba. Esta vez los hierros no ayudaron a su juego y el putter no le impidió mejorar prestaciones desde el green, fallando algún que otro golpe de los que él siempre suele meter; de hecho, en mas de un hoyo lograba salvar in extremis el par y no cometer más bogeys de la cuenta.
Una pena para él tras lo mostrado durante todo el torneo, donde su juego (que no sus registros) ha sido espléndido, de lo mejor que se ha visto sobre el campo.
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Fotos: PGA Tour