Adrián Otaegui lleva un acumulado de -11 y, sobre todo, unas sensaciones que huelen a título. Por el momento, el aroma que ofrecen es el de gran juego y excelente rendimiento, que le han consolidado en el liderato en solitario, con uno de ventaja respecto a un cuarteto con un sudafricano Erik Van Rooyen, un francés, Grégory Havret, un inglés Eddie Pepperell, y un escocés, Stephen Gallacher.
Como en sus mejores tiempos, Otaegui ha vuelto a demostrar una excelente consistencia y regularidad y, de tee a green, ha estado magnífico.
A su brillante juego le han correspondido el resto de españoles, especialmente Pablo Larrazábal, sexto clasificado en un grupo de cinco y sin perder de vista la parte caliente de la competición. Si se anima a dar el salto, puede ofrecer mucho juego y peligro llegando desde atrás.
A un golpe suyo vienen otros cinco jugadores, dos de los cuales también son de los nuetros; aquí aparecen Álvaro Quirós y Gonzalo Fernández Castaño, todos con gusto por territorio árabe y habiéndole tomado la medida al campo. Mientras que Quirós terminaba con 70 golpes y caía siete posiciones, Castaño remontaba cuatro puestos con una ronda de 68 (siete birdies y tres bogeys).
Algo más lejos, aunque tampoco conviene descartarlos del todo (mucho menos si hablamos de un posible top 10) están Scott Fernández (70 golpes y -5) y Nacho Elvira (69 y -4) quien pasaba el corte por los pelos tras cuatro ocasiones consecutivas fallándolo, teniendo que esperar hasta la última bola. Por desgracia, en el mismo han caído varios de los nuestros, como es el caso de Pep Anglés (70 y -1) y Carlos Pigem con el acumulado de PAR tras irse muy largo, a los 74 impactos.
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Fotos: European Tour
