24 de noviembre de 2024

All-in de golfistas: A los jugadores de golf también les gusta el póker

All-in de golfistas: A los jugadores de golf también les gusta el póker

Convertirse en profesional en un deporte es algo que requiere desarrollar multitud de habilidades para llegar a lo más alto. No todos son capaces de alcanzar las elevadas metas que se plantean en el mundo de los deportistas de élite. Hace falta mucho entrenamiento y una férrea preparación tanto física como mental para seguir adelante contra viento y marea

Desarrollar estas aptitudes te hace bueno ya no solo a la hora de ejercer una actividad deportiva concreta, sino también en diferentes facetas del día a día, como también en otras más específicas. Gracias a la preparación conseguida, se desarrollan numerosas dotes que pueden ser de gran utilidad para ámbitos completamente diferentes al deportivo. Los actores, por ejemplo, al pulir sus dotes de interpretación, pueden sacar partido de sus cualidades para, entre otros, marcarse un buen farol en una partida de póker.

Precisamente, los juegos de azar son los que más caras conocidas ven provenir de otros entornos. No es una novedad asegurar que hay deportistas que juegan en cualquier sección del amplio mundo de las ruletas, las tragaperras o hasta el póker. Todos conocemos el caso de Piqué y sus cualidades con los naipes; pero este no es el único que sabe mover las cartas y jugarlas encima del tablero.

El golf profesional cuenta también con grandes nombres que han decidido pasarse a las cartas. Al tener que desarrollar una gran capacidad de concentración, saber prevenir cualquier adversidad y mantener siempre una férrea calma, estos deportistas tan diestros con el hierro reúnen cualidades más que sobradas para dar mucho que hablar cuando cambian los palos por las cartas, cuando su objetivo no está en los hoyos, sino en el póker.

Uno de los casos más sonados en el ámbito nacional es el de Sergio García y, como este caso hay muchos que vamos a relatar a continuación para que veas que, efectivamente, hay mucho más en común entre estos mundos de lo que se piensa.

Golf Sergio García poker

De los hoyos a las cartas

Sergio García

Este golfista fue y es uno de los más reconocidos por las altas esferas del deporte. Su nombre siempre estuvo vinculado al de las grandes promesas del golf español, y no era para menos. ‘El Niño’, como también se le conoce, siempre estuvo tras los pasos del célebre Tiger Woods, amenazando con arrebatarle el puesto como gran figura. Sin embargo, una serie de lesiones le llevaron a retirarse temporalmente del deporte y encontrar en las mesas de juego un nuevo lugar donde pasar el rato. Resultó ser todo un ‘crack’ a las cartas y, en poco tiempo, contó con el patrocinio de PokerStars, llegando a alcanzar puestos muy elevados dentro de los mayores torneos.

Una temporada que le sirvió para relajar la mente y recuperar mucha confianza en sí mismo. Al poco, volvió a retomar los palos y actualmente está volviendo a despuntar en numerosos torneos de golf. El póker le sirvió no solo para descubrir una nueva actividad, sino para recuperarse y volver con las pilas bien cargadas.

Shane Sigsbee

Otro caso de golfista que encontró un buen sitio jugando a las cartas. Sigsbee nunca llegó a despuntar al nivel de García, pero era capaz de tirar la mesa y ponerlo todo patas arriba al menor descuido. Tuvo la ocasión de ganar algunos de los torneos más prestigiosos del golf. Su carrera en el mundo del póker alcanzó uno de sus puntos más álgidos en 2009, cuando ganó una competición que le supuso un premio de 200.000 dólares.

Shane Sigsbee, que ya llevaba tiempo algo cansado del green, comenzó así a recorrer el mundo jugando al póker y, tras varios años, decidió pasar a los bastidores. Actualmente vive de las finanzas y la bolsa, pero también ofrece apoyo a jugadores de póker para entrenarlos y tratar de disparar sus carreras mientras sueña con que su hija coja los palos que él soltó hace años.

Jordan Spieth

Un joven golfista que ronda los 25 años y que hace tres reveló al mundo su amor por el póker. El caso de Spieth es bastante curioso, ya que en numerosas entrevistas reveló que incluso llevaba su chaqueta verde, obtenida al ganar el Masters de Augusta, siempre que competía con las cartas. Para él, una buena manera de demostrar a sus rivales que es un animal competitivo, que sabe lo que es la presión y tiene el temple suficiente para moverse con soltura en la esfera competitiva.

Para muchos, su amor por el naipe es algo que le viene de crianza. Su profesor de golf, Michael Greller, también gustaba de jugar al póker, y es más que probable que durante los entrenamientos surgieran las conversaciones que animaran a Spieth a disfrutar de algo capaz de hacerle desconectar del green.

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