A través de una entrevista con el diario Telegraph, Rory McIlroy ha desvelado una noticia sorprendente, y es que padece una irregularidad en su corazón que, aunque no parece ser muy grave, sí ha de ser controlada.
Lleva cuatro meses sin competir, no sabemos si por la lesión sufrida en las costillas durante el pasado año o si por esta dolencia de ahora, pero lo cierto es que el mundo del golf tiene ganas de verle y ya cuenta los días que quedan para que reaparezca la semana que viene en Abu Dhabi.
Ya manifestó en 2017 que necesitaba descansar y prepararse bien, y tiempo ha tenido para ello si su corazón se lo ha permitido, aunque ha asegurado que «no hay ningún tipo de problema; ya me hice una resonancia y todo está bien, salvo el problema con mi corazón, pero que controlado, no ha de suponer ningún obstáculo. Cada seis meses me tocará hacerme un ecocardiograma y una resonancia cada año para ver cómo evoluciona. Sufrí una infección viral muy fuerte en China hace 18 meses y me dijeron que esa es la razón por la cual se ha producido un engrosamiento de mi ventrículo izquierdo y hay un poco de tejido de la cicatriz».
Como provocó bastante revuelo, rápidamente a través de su cuenta de Instagram quiso calmar los nervios y asegurar al mundo del golf y del deporte que no era tan preocupante: »Realmente no es algo de lo que deba preocuparme, simplemente se trata de un chequeo anual; siento que se haya producido una reacción desmesurada en los medios de comunicación que realmente no debiera existir. Estoy en forma y saludable y deseando empezar a jugar en Abu Dhabi la semana próxima».
