Cuatro días, todos por debajo de 70 golpes y con la sensación de haberlo podido hacer incluso mejor, de haber tenido más margen. Al final solo fue uno de ventaja respecto a una dupla compuesta por Dylan Frittelli y Nicolas Colsartes. El Turkish Airlines Open ya lleva el nombre de Justin Rose, golfista no muy dado a grandes titulares, a ser muy expresivo pero sí infinitamente eficiente.
Hace una semana se imponía en el HSBC Champions por delante del todopoderoso Dustin Johnson y ahora, manteniendo su nivel en la cresta de la ola, ha logrado vencer en territorio turco. Un 2×1 con idénticas señas de identidad: tranquilidad, concentración, buena mano, una pizca de suerte y mucha solvencia.
A su festival de birdies de días anteriores (hasta 14), le sumaba en el desenlace otros siete más y solo un bogey (el único del torneo para él), consiguiendo 65 golpes para poner al rojo vivo la clasificación de la Race to Dubai. Ahora solo tiene por delante a un Tommy Fleetwood que esperaba que bajase las revoluciones, pero no ha sido así, mientras que el este terminaba con 71 golpes en el puesto 20 y la lengua fuera, perdiendo un gran margen de la ventaja que tenía.
Del resto de nombres, tenemos que citar a Padraig Harrington en cuarto lugar en solitario (67 golpes), Matthew Fitzpatrick y Thomas Pieters, ambos empatados en el puesto 11º, Ian Poulter en el puesto 20 o Martin Kaymer en el 30.
En cuanto a los españoles, el más destacado ha sido Nacho Elvira con un acumulado de -5 y una última ronda de 71; un golpe más atrás, se situaba Jorge Campillo con 71 golpes también. Pablo Larrazábal recuperó en un gran día de juego con 66 golpes para subir 18 puestos y colocarse en el T42 y, por último, Adrián Otaegui repetía sus 76 impactos para finalizar en solitario en el puesto 73 con +7.
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Fotos: European Tour