Los foursomes del sábado por la mañana han seguido dando la razón a la apuesta de Juli Inkster, quien ha mantenido, más o menos, las duplas que el viernes le dieron tan buen resultado.
No han conseguido ampliar las diferencias, pero sí mantenerlas y eso, conforme avanza el tiempo, es todo un lujo. Lo intentó Europa, pero unas y otras se toparon con un combinado norteamericano muy acertado y al que la suerte también ayudó en alguna ocasión.
Sin duda alguna, en la jornada matutina el nombre propio fue el de Cristie Kerr, quien consiguió convertirse en la jugadora que más puntos gana en la Solheim Cup (19), justo por delante de su ahora capitana. Basando su juego en un acierto total con el putter y acompañada de Lexi Thompson, batieron por 5 y 3 a Caroline Masson y Jodi Ewart sin dejarles una sola opción, logrando seis birdies que dejaron a las europeas atónitas, a pesar de que su nivel estuvo muy alto, pero nunca llegó al de matrícula de honor de las yankees.
Paula Creamer y Austin Ernst cosecharon idéntico resultado (5 y 3) ante Melissa Reid y Emily Pedersen, quienes esta vez tuvieron en contra los cuatro bogeys seguidos (del 10 al 13) que terminaron por sepultar cualquier posible opción. Por contra, los otros dos duelos dieron algo de respiro a las del Viejo Continente, ya que tanto Georgia Hall y Anna Nordqvist por un lado, como Catriona Matthew y Karine Icher consiguieron llevar dos puntos a su casillero. Las primeras se impusieron de nuevo, logrando su segundo punto, por 2 y 1 a Stacy Lewis y Gerina Piller (0 de 2), mientras que las segundas hicieron lo propio tirando de veteranía y control del juego, con idéntico marcador, ante la iluminada del día anterior, Danielle Kang, y Michelle Wie.
Llegaban los fourballs de la tarde al torneo y, de nuevo, Europa se vio incapaz de controlar situaciones a su favor, se dejó muchas opciones de remontada y, además, perdió comba para estar con un acumulado de 10,5 – 5,5, cinco puntos de desventaja que, visto lo visto, se hacen casi insalvables en los duelos individuales de este domingo.
Carlota Ciganda volvió a la acción, jugando con Melissa Reid, ante Brittany Lang y Brittany Lincicome y la debacle fue catastrófica (2 up). Lincicome acumuló la friolera de seis birdies ella sola, todos en los seis primeros, poniendo una distancia más que considerable en el acumulado, que luego se vio ampliada por otros cuatro birdies y por un eagle. Jugó mejor Carlota que el día previo, es cierto, pero no lo suficientemente bien como tirar del carro ante dos jugadoras que ya suman cuatro puntos en fourballs, todo un seguro para su equipo.
Anna Nordqvist y Jodi Ewart consiguieron el punto para Europa, como se les presuponía sobre el papel, ante Lizzette Salas y Angel Yin (4 y 2). Nordqvist ha vuelto a demostrar su liderazgo y ha demostrado su compromiso con el equipo, ya que está jugando con rastros todavía de una mononucleosis que le persigue desde hace tiempo, una enfermedad que te deja sin fuerza alguna salvo para dormir y gastar el mínimo de energías.
Paula Creamer y Austin Ernst vencían por 2 y 1 a Karine Icher y Madelene Sagstrom. Mantuvo vivas las esperanzas Icher, pero no le acompañó en exceso su compañera Sagstrom, quien fue de más a menos y terminó por diluirse ante una mejor combinación Creamer-Ernst.
Lexi Thompson y Cristie Kerr lograban una gran victoria ante Catriona Matthew y Georgia Hall (4 y 2). La mezcla de veteranía y juventud en Europa esta vez no salió bien, mientras que en Estados Unidos, Kerr prendió fuego a su putter metiendo prácticamente todo lo que tocaba, mientras que Thompson se encargaba de tapar los escasos agujeros que dejaba y de apoyar con su gran calidad una vuelta sublime.
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Fotos: Solheim Cup