La golfista barcelonesa, con un palmarés deportivo muy destacado que le llevó a ser número 1 del Ranking Europeo Profesional en 2002, reconoce que «no me quiero perder una oportunidad así a pesar de que llevo algunos años retirada de la alta competición, pero cuando recibí la invitación de los organizadores del torneo me dije ‘venga, vamos a por ello’. Es una ocasión única de volver a ver a muchas amigas y colegas».
Ganadora, entre otras competiciones, del Open de Italia 2001, el British Masters 2002 y el LPG Australia 2002 –al margen de conseguir 8 segundos puestos en distintos torneos del Ladies European Tour, méritos conjuntos reconocidos con la Medalla de Oro al Mérito en Golf en 2003–, Paula Martí considera que «es un auténtico regalo. Lo que más ilusión me hace es que mis niños me vean jugar. El mayor, Izan, cuando tenía dos años, sí que me siguió cuando jugué en el Open de Suecia, pero obviamente no se acuerda, así que ahora es una gran oportunidad que no quiero desaprovechar».
Paula Martí advierte de que lleva siete años alejada del máximo nivel «y aunque llevo tres años dando clases, obviamente no es lo mismo. ¡Claro que tengo temores porque soy consciente de que no puedo ir al nivel de quienes están compitiendo día a día! En cualquier caso voy a disfrutar, y volver a sentir sensaciones y experiencias que sólo alcanzas cuando estás ahí arriba».
Su día a día, desde hace más de un mes, transcurre entre la impartición de sus clases de golf y entrenar duro. «Ahora mismo tengo lapsus de concentración, me voy sin quererlo y se nota en algún que otro golpe, pero es algo normal. Sitges y Terramar forman parte de mi casa, y voy todos los lunes para reconocer el terreno. Me hace ilusión también que los alumnos a los que doy clases me vean. Les he dicho que vayan… ¡Y espero no decepcionarles! [ríe]».
Paula Martí es consciente de que «el golf profesional femenino ha cambiado mucho. Para empezar tenemos a cinco españolas en el Circuito Americano, algo nunca visto, y lo están haciendo realmente bien y eso ayuda a nuestro deporte. Tengo muy buenos recuerdos de mi etapa como jugadora y ahora me hace ilusión volver a encontrarme con golfistas con las que conviví en muchos torneos. ¡Será genial volver a recordar!»
Hay que destacar que la golfista barcelonesa fue de las que estuvo arriba, muy arriba. «Llegar a ser número 1 de Europa no fue fácil. Marta Figueras-Dotti abrió el camino y luego, casi a la par, lo continuamos Raquel Carriedo y yo. Fuimos la primera generación en la que la preparación física comenzó a tomar importancia, al margen de trabajar continuamente la técnica», destaca Paula Martí.
Su enorme experiencia, sin embargo, es un grado, por lo que recomienda a las nuevas generaciones “que se pongan objetivos claros y realizables pero que trabajen mucho para ello, sobre todo en los entrenamientos. Si no sale cuando entrenas es muy difícil que luego salga en el torneo. La competencia ahora es brutal, hay que estar muy bien preparada tanto física como mentalmente”, dice con convicción antes de admitir que «sí, echo de menos la competición… Pero ahora tengo dos tesoros (refiriéndose a sus hijos Izan y Jan) que lo compensan todo».