Satisfacción absoluta en la cara del nuevo campeón del The Honda Classic, Rickie Fowler, jugador de gran talento pero también de una acuciante irregularidad que no siempre le permite luchar por los puestos que, por calidad y ranking, debería.
En esta ocasión, sin embargo, dio muestras de una gran serenidad y aplomo, ingredientes necesarios para, en una última ronda nada brillante, conseguir quedarse con el título a pesar de la ascensión sin freno que traían varios rivales.
Suma con este su cuarto entorchado en el PGA Tour y le costó, pues venía con una gran inercia pero se vio bastante frenado por un dubitativo comienzo en sus primeros nueve hoyos (dos birdies, dos bogeys y un doble bogey). Con el ronroneo por parte de los aficionados de una posible debacle, Fowler tiró de mentalidad y frenó en parte la sangría con una segunda parte con tres birdies y dos bogeys.
Así, ni el acierto de Morgan Hoffmann (68 y ascenso de seis posiciones), ni especialmente el de Jhonattan Vegas (mejor vuelta del día con 64 y subida de 46 puestos) fueron suficiente tensión para el campeón.
Más abajo, los españoles obtuvieron una de cal y otra de arena. Para Sergio García el día le vino de cara a pesar de un no muy lúcido 71 que, no obstante, le permitió ascender seis puestos y concluir dentro de los 14 mejores empatado. La cruz se la llevó Rafa Cabrera Bello, con 74 golpes, vuelta sobre el par y caída de 17 posiciones, hasta el lugar 37. Mal día para el canario con un solo birdie, insuficiente para contrarrestar sus cinco bogeys.
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Fotos: PGA Tour