Los números de Manuel Piñero lo dicen todo: más de 600 apariciones en los circuitos Europeo y Senior con nueve victorias en el Europeo, entre ellas el Campeonato de la PGA de Wentworth 1977 y dos Copas del Mundo.
Estadísticas al alcance de pocos que ya quedarán para siempre en los libros de datos y anécdotas, datos de una generación dorada que supuso un antes y un después y que sentó cátedra.
Era un jugador extraordinariamente hábil, que junto con grandes nombres como Ballesteros, Faldo, Langer, Lyle, Woosnam y Torrance, puso fin al dominio norteamericano de la Copa Ryder e inspiró a las generaciones futuras, demostrando que el golf europeo podía llegar a lo más alto.
«Me siento muy afortunado de haber podido practicar este deporte. Cuando empecé a los 11 años como caddie no sabía nada del golf, pero ahora, 45 años después, puedo volver la vista a una vida fantástica y a toda la gente estupenda que he llegado a conocer gracias a este gran juego. Fui parte del mejor grupo de jugadores que ha producido Europa, porque pusimos al golf europeo en lo más alto a través de la Ryder. Es un gran orgullo para mí haber pertenecido a ese grupo», comentaba el propio Manuel.
Piñero jugó un papel crucial en la Ryder 1985. A partir de la incorporación de Europa continental en 1979 el equipo europeo se vio muy reforzado, pero seguían dominando los norteamericanos. En 1985, inspirados por Ballesteros y capitaneados por el imparable Tony Jacklin, Europa logró invertir la tendencia en The Belfry.
Esa semana la estrella fue Manuel Piñero, que aportó al equipo cuatro puntos de cinco. Al parecer, cuando se estaba decidiendo el orden de los partidos individuales en el vestuario europeo, Piñero se levantó y dijo que quería liderar el equipo. Sabía que con eso tendría que enfrentarse casi con toda seguridad al más duro de los rivales, Lanny Wadkins, pero no se amilanó y ganó su partido por 3y1, y esa victoria dio al equipo el impulso que necesitaba para hacerse con la copa por primera vez desde 1957, con un resultado global de 16 ½ a 11 ½ .
«Fue una semana inolvidable. Cuando hablamos del orden de los partidos individuales, yo sabía que con mi juego de ese momento podía ganar a cualquiera. Lanny Wadkins era el único que nos había ganado a Seve y a mí a mejor bola; Tony Jacklin me preguntó si quería ir de número uno y le dije que creía que podía ganar el punto».
«La victoria de 1985 fue importantísima. Lo cambió todo. Marcó el despegue del golf europeo hasta donde estamos ahora. Desde entonces somos los mejores en la Ryder y nuestros jugadores están ganando con regularidad los grandes y los torneos más importantes», añadió.
Piñero decidió terminar oficialmente su carrera profesional en Woburn por dos motivos: «Cuando me preguntan por qué decidí retirarme en Inglaterra, contesto que ha sido en agradecimiento al público de las islas británicas por el apoyo extraordinario que nos han dado a mí y a tantos españoles de mi generación; aAdemás tengo una relación muy especial con el duque de Bedford. Conocí a sus padres y también a sus abuelos. Siempre se han portado fantásticamente conmigo y me tratan como si fuera de la familia. Ese ha sido otro motivo muy importante para retirarme aquí esta semana», quiso confesar.