Tocaba coger los palos y sacar lo mejor de cada uno para seguir la senda marcada el día anterior, donde seis jugadores se colocaron al frente de la tabla, una tabla en la que había que hilar muy fino dado el buen rendimiento que estaban mostrando.
Para hacerles frente ha surgido Matthew Fitzpatrick, jugador inglés que, sin errores y con siete birdies, colocaba su nombre en lo más alto (65 golpes).
El inglés lleva una temporada 2016 con el top 10 de Augusta como resultado más destacado, por lo que querrá comenzar a labrarse un hueco entre los mejores: «Una vuelta con siete birdies siempre es buena, y si encima consigues librarte del bogey, mucho mejor. He pegado un par de golpes malos, pero eso pasa siempre; en cambio, lo he metido casi todo. Hasta ahora llevo el año regular, pero esta semana empiezo a encontrarme más cómodo por el campo. Espero que dure».
Con el -11 que ha colocado al lado de su nombre tiene tres golpes de ventaja sobre el quinteto perseguidor, en el que están el local Alexander Björk, el belga Nicolas Colsaerts, los ingleses Ross Fisher y Andrew Johnston y el escocés Scott Henry.
Respecto a los españoles, Álvaro Quirós mejoró en un golpe su resultado del día anterior, marcando un 70, que le deja con -3 en el puesto 26, mientras que Adrián Otaegui y Eduardo de la Riva, que ayer estaban fuera del corte con vueltas de 74, jugarán el fin de semana gracias a su buena actuación del viernes (79 y 70 golpes, respectivamente)
Quien no ha podido salvarse ha sido Alejandro Cañizares a pesar de su excelente 69, pero condenado por los 77 del primer día, al igual que Jorge Campillo (+4), Nacho Elvira (+4), Borja Virto (+5) y Pablo Larrazábal (+6).
