La culpa de este susto la tuvieron unos fuertes dolores en el pecho, que sufrió nada más concluir su vuelta de 72 golpes, por lo que desde la organización se aconsejó que Jason Bohn se trasladara a un centro médico para comprobar qué le sucedía.
Allí le comunicaron que había sufrido un leve infarto, por lo que se le recomendó que pasara la noche en el centro, para ir comprobando su estado de salud.
El actual número 71 del mundo, quien estuvo acompañado por sus padres, admitió estar de buen humor y con mucho ánimo así que seguramente todo quedará en un pequeño susto.
