«España es uno de los países punteros en golf a nivel europeo, por eso es para nosotros es básico que entre en el programa de la PGA de Europa», comentaba Tony Bennett en la entrevista que le han realizado desde la RFEG.
Aprovechando el transcurso de la segunda semana de clases presenciales del Bloque Específico del Curso de Técnico Deportivo de Nivel II que se ha impartido en el Centro Nacional de Golf, Tony Bennett ha supervisado de cerca la metodología de formación y el buen nivel de conocimiento de los 27 alumnos que están dando un paso adelante en su preparación.
Os reproducimos la entrevista al completo:
¿Cómo ve el trabajo que se está haciendo en España en los últimos años?
En 2001 estuve en Barcelona viendo el trabajo que se estaba haciendo, y el programa era muy básico. Por eso es tan reseñable lo que está haciendo aquí en los últimos años desde la RFEG en colaboración con la PGA de España. Todas las partes nos hemos dado cuenta de lo importante que es trabajar en la formación para poder tener más y mejores jugadores.
¿Qué supone para la PGA de Europa el que España entre dentro del programa?
España es un país puntero en el golf europeo y mundial, y nuestro interés es el de tener a los países más importantes dentro del programa. Creemos que es fundamental que todos los profesionales estén formados y reconocidos, y gracias a este programa tendrán ese reconocimiento. Estimamos que a finales de año España estará dentro del programa, y para nosotros será un honor recibirla. Se están haciendo muy bien las cosas, se ha dado un gran salto cualitativo.
¿Hacia dónde va la formación del profesional?, ¿cómo va a ser el formador del futuro?
Como suelo decir no tengo una bola de cristal para ver el futuro, pero creo que el centro del proceso será reconocer al individuo. Es decir, tenemos que darnos cuenta de que hay tipos diferentes de jugadores (sociales, profesionales, niños en desarrollo) y no podemos tratar a todos por igual. Eso de tener un método para enseñar a todo tipo de jugar ya pasó a la historia.
Creo que el profesional, más que un profesor debe ser un facilitador. Los clubes deben darse cuenta de que el profesional no es algo ajeno al propio club, sino que es alguien que está ahí para mantener al jugador. El buen profesional estará formado para dar valor y beneficio al club.
¿A todos los niveles?
Sí, por supuesto, empezando por beneficio económico. Mire, hace unos 25 años el profesor salió un poco de lo que era la estructura del club, pasó a ser un agente ajeno. Y eso lo estamos cambiando. El profesional es ahora diferente y tiene una formación más global. Digamos que no basta con haber jugado bien al golf para poder dar clases de forma eficiente a cualquier tipo de alumno.
¿Cuáles son los principales obstáculos que encuentra hoy en la enseñanza de golf?
Podríamos decir que lo más complejo –e importante- es que cada alumno de con el profesor adecuado con las competencias adecuadas. Hay algo de confusión acerca de las competencias que debe tener un profesional, pero lo que está claro es que no basta con que juegue bien. Cada alumno necesita su especialista. Ocurre como en medicina; si te rompes un brazo no vas a un ginecólogo, sino a un médico cuyas competencias sean las adecuadas para solucionar tu problema.
En golf es igual, no necesita lo mismo un recién iniciado que un jugador de élite.
¿Tanta tecnología ha desnaturalizado al jugador de golf?
No lo creo. La tecnología es muy importante para la captura de datos, para saber en qué punto estamos con cada jugador. Te sirve para hacerte un cuadro general de cómo es ese jugador. A partir de esos datos el profesional debe hacer una interpretación correcta.
Es decir, si la tecnología la aplicamos para captar datos, y en este punto hay que resaltar que hay profesionales que son magníficos en esta tarea, es beneficiosa; ahora, si utilizamos la tecnología de forma invasiva, malo. Lo importante es que el profesional, una vez recogidos los datos, sea capaz de interpretarlos de forma efectiva.
Y otra cosa importante, este uso de la tecnología es mucho más útil para los jugadores de primer nivel; en el caso de un jugador principiante conviene no abusar.
¿Se imagina a un Severiano con los métodos de hoy, no puede ser que hubiese perdido cierta naturalidad?
Bfff, nunca sabremos. Yo lo pude ver trabajar varias veces en vivo y era fascinante. Hay una cosa clara: hoy no habría empezado jugar con un hierro 3, de forma que puede que no hubiese desarrollado esa creatividad tan suya. Eso es cierto.
Ahora bien, de la misma forma hubiese sido tremendamente útil poder haberle grabado y trabajado con él en sus primeros años. Eso le hubiese sido muy útil cuando ya era un jugador más veterano. Me refiero a que al final de su carrera sus métodos de trabajo eran algo más confusos, y le habría ayudado contar con las referencias de sus primeros años.
Y por matizar, creo que ser un jugador natural no es contrario a ser ‘tecnológico’, por decirlo de alguna forma. Seve, más que natural, era un jugador que había trabajado muchísimo.