El golfista madrileño, huérfano de esta victoria pero con un currículo deportivo que quita el hipo, maravilló a todos los presentes con una segunda vuelta inmaculada, resuelta mediante unos incontestables 68 golpes que le distinguen, con 138 en total, como el rival a batir para el resto de sus cualificados competidores.
Santiago Luna, en un ejercicio de solvencia, ha abierto una brecha que se antoja difícil de cerrar, tres golpes de ventaja sobre Juan Quirós –primer líder del torneo–, cuatro sobre Pedro Linhart, ganador de las dos últimas ediciones, y cinco sobre José Buendía, un trío alternativo al poder establecido con mano de hierro por Santiago Luna antes de que la clasificación ahonde sus diferencias con protagonistas en cualquier caso ilustres.
Y es que un poco más allá, en la tabla de méritos, se sitúan golfistas del indudable caché de Domingo Hospital, José Dávila, Diego Morito, Miguel Ángel Martín, Manuel Moreno, Alfonso Piñero…, jugadores de los que se puede esperar de todo pero con un lastre de golpes a estas alturas de la competición que exige remontadas espectaculares.
Santiago Luna, con la elegancia que le caracteriza, le quitó importancia a su sensacional actuación –“ha sido el putt, que me ha funcionado de verdad”, relataba tras entregar la mejor tarjeta del día– gracias precisamente a ese putt escoba con el que tendrá que maniobrar de forma distinta a partir de enero de 2016 por aquello del cambio de reglamentación y la imposibilidad de ‘anclarlo’ mientras ejecuta el golpe.
Sea como fuere, los buenos impactos desde los tee de salida y los acertados golpes de aproximación se completaron con un auténtico festival del buenos putts por parte del madrileño, que cinceló una tarjeta para el recuerdo: tres birdies consecutivos entre los hoyos 5 y 7, uno adicional en el 10, otro más en el 13… todo ello justo antes de cometer su único error del día en el 15, escaso tropiezo dado que sus rivales se enzarzaron mucho más que él en el recorrido de Talayuela.
Fue el caso del segundo en discordia, Juan Quirós, un ciclón en los 9 primeros hoyos –resueltos con 3 birdies sin fallo– antes de emborronar su magnífica actuación con un triple bogey en el hoyo 10 tras enviar por dos veces consecutivas la bola al agua.
El gaditano, todo pundonor, no arroja la toalla a pesar de acordarse hasta de la Macarena cuando rememora su hoyo 10, “pero ahora estoy jugando muy bien, como yo sé. Me han quitado una piedra del riñón y ya soy yo mismo, así que a ver qué pasa en los 18 hoyos que quedan”.
A la espera del sin duda espectacular desenlace del torneo, el podio momentáneo lo ocupa el vigente campeón, el canario Pedro Linhart, a cuatro golpes del líder tras una vuelta convertida en un auténtico tiovivo desde su mismo inicio, cinco birdies compensados con 4 bogeys, aciertos y desaciertos continuos de un jugador que sigue aspirando a su tercer título consecutivo en un torneo que curiosamente no adorna el palmarés de Santiago Luna.
“Sí, aunque lo importante para mí es prepararme para la semana que viene, cuando vaya a Estados Unidos, a ver si me toca este año…”, dice con la elegancia que le caracteriza quien, además, que no se olvide, es un auténtico ‘killer’ en el campo de golf.