Tras las rondas del sábado los internacionales están a un solo punto de los norteamericanos a falta de la jornada de individuales del domingo. 9 ½ a 8 ½ es el resultado que muestra el marcador.
“Estamos motivados” confesó Louis Oosthuizen. «Tenemos que ganar la Presidents Cup». Teniendo en cuenta el reciente historial de la competición, entrar en la ronda final con un solo punto de desventaja parece una victorial moral, a tenor del 4 – 1 con que se inició la competición que presagiaba otra victoria arrolladora de los estadounidenses. Sin embargo los internacionales se recuperaron con un global 7 ½ a 5 ½ .
La doble jornada del sábado se cerró con un empate a cuatro, cuando la noche llenó completamente el recorrido del Jack Nicklaus Golf Course.
El equipo de los Estados Unidos es quien más presión sentirá el domingo. Sus expectativas al llegar a Corea solamente contemplaban la victoria. Ahora se enfrenta a la diferencia más corta con la que han entrado en la jornada de individuales desde 2005.
Los internacionales necesitan algo más que una victoria moral. La historia no está a su favor. Los americanos dominan los individuales por 65 a 55 desde que se iniciara la competición en 1994. Sin embargo mantiene una ventaja 25,5 a 22,5 en la últimas cuatro ediciones.
Los individuales definirán el resultado. Un resultado que cerrará una herida o la hará más grande.