Hoy toca hacer de tripas corazón. No hay otra. Creo que no hay mejor manera para definir las sensaciones tras la derrota de esta tarde contra Lexi Thompson y Cristie Kerr.
Siempre duele perder, y mucho más cuando juegas en equipo y con una amiga a tu lado como Carlota Ciganda, pero al menos podemos tener la cabeza alta. Lo hemos dado todo y hemos caído ante una pareja que ha hecho diez bajo par en dieciséis hoyos. Eso sí, la espinita no me la quita nadie.
Llevo dos partidos y dos derrotas en esta Solheim y ya estoy cansada. Quiero ganar y aún tendré la última oportunidad este domingo en los individuales. Lo voy a dar todo para sumar el punto porque yo no me quiero ir de esta Solheim de vacío.
Aprovecho el diario de hoy para contaros una anécdota del partido que define a la perfección la esencia del match play. Es la razón por la que es distinto a todo lo que os podáis imaginar.