El recorrido de Chambers Bay será una dura prueba de fuego para los participantes en el US Open, que comienza este jueves y que su creador, Robert Trent Jones Jr, definió como «un auténtico links con esteroides». Con sus ocho pares 4 que pueden sobrepasar los 453 metros, su rough de festuca, sus greenes grandes y movidos y sus calles duras, Chambers Bay será un reto único para los 156 participantes.
Hoyos 1 y 18
La vuelta empieza y termina con dos hoyos que se puede jugar como pares 5 o pares 4. El 1 puede ser par 5 de 547 metros o par 4 de 454. El 18 puede ser par 5 de 552 metros o par 4 de 480. La Asociación de Golf de EE. UU. (USGA) ha decidido que cuando uno de ellos sea par 5, el otro sea par 4 para mantener el recorrido en par 70 toda la semana.
Hoyo 9
El 1 y el 18 no son los únicos hoyos variables del campo. El 9 (par 3) puede medir 198 o 205 metros. Esto no parece gran cosa sobre el papel, pero la diferencia es enorme sobre el terreno. En el tee de 205 metros, el jugador se encuentra 100 metros por encima del green con un bonito tiro cuesta abajo a un green bien defendido por bunkers a la derecha. En el tee de 198 metros, se encuentra 55 metros por debajo del green con un tiro casi ciego, cuesta arriba, muy complicado.
Hoyo 14
No en vano se llama este hoyo «El Cabo del Miedo». Puede variar entre 476 y 499 metros y será el par 4 más largo esta semana. El golpe de salida cuesta abajo es tan espectacular como peligroso, con un gigantesco bunker de descampado arenoso a la izquierda y un bunker más pequeño en el centro de la calle. El segundo golpe es difícil, a un green inclinado de atrás a delante con una zona de escorrentía muy traidora a la derecha.
Hoyo 16
No todo van a ser pares 4 largos esta semana. El 16 varía entre 387 y 295 metros. Cuando se juega corto, la mayoría de los jugadores pueden tirar a green, pero el fondo del green solo mide ocho metros de ancho y la recuperación no es fácil si se falla la calle o el green.
«Será como jugar un British, pero en Estados Unidos y con 20 grados más», comentaba el número uno del mundo, Rory McIlroy, favorito en las apuestas en un campo, del que Mike Davis, presidente de la Federación Americana (USGA) y encargado de endurecer al máximo este grande, dijo: «Hace falta jugar al menos diez vueltas para entenderlo».
Los fuertes desniveles y el viento serán las defensas naturales del Saint Andrews estadounidense, donde hacer menos de un putt en sus casi invisibles y movidos greenes será misión imposible, por lo que se espera un resultado muy cercano al par.