La sorpresa de Woods ha sido mayúscula al comprobar la complejidad de un campo en nada similar a las tradicionales sedes del US Open, en donde a lo largo de sus calles siempre había la posibilidad de reubicar correctamente la dirección del golpeo. Ha visto muchos desniveles y muy distintos en las zonas de aterrizaje de la bola y una dificultad extrema para finalizar por debajo del par con hoyos con mucha pendiente y catalogados entre par cuatro y par cinco.
El exnúmero uno del mundo, aunque sigue siendo una de las apuestas deportivas para Betfair, siguió el consejo del responsable de la USGA, Mike Davis, de visitar el campo de antemano y dedicó dos días a entrenarse allí, practicando el primero de los dos hasta siete horas. De esta manera, no acudirá a ciegas al segundo grande de la temporada, como sí harán otros candidatos al trofeo. No obstante, aún no sabe muy bien como enfocará la organización el recorrido durante los cuatro días de competición ante la enorme versatilidad con la que cuenta el verde.
Woods puso todo su empeño por conocer cada recoveco de los ‘tees’, las calles y los hoyos en general en busca de tomar ventaja sobre el resto e intentar así romper con una larga sequía en los grandes que se alarga ya a 2008, precisamente el año en que conquistó su tercer y hasta ahora último US Open. Anteriormente, también reinó en 2000 y 2002. Desde aquel título en 2008, ha gozado de ocasiones contadas para alargar su lista de majors, actualmente cuenta con 14, y acercarse a los 18 de Jack Nicklaus, primero en la clasificación histórica. Quedó segundo en el Campeonato de la PGA en 2009 y tercero en el British Open en 2012. Pocos acercamientos para tratarse del para muchos mejor golfista de todos los tiempos.
Como preparación al US Open de 2015, hará acto de aparición en el Memorial Tournament de Ohio, donde ha confirmado sus dos días de entrenamiento en Washington: «Es un campo que se puede preparar de muchas manera. Lo pueden convertir en algo brutal o hacerlo fácil. Tienen muchísimas opciones», comentó ante los medios de comunicación sobre Chambers Bay.
El Memorial Tournament será una buena vara para medir su nivel actual, ya que compartirá escenario con jugadores de nivel como Jordan Spieth, campeón este año en Augusta, y el español Gonzalo Fernández-Castaño. Bien es cierto que de cara al US Open, Spieth no será el único golfista que le debería preocupar. También ha de tener muy en cuenta a Kaymer, vigente campeón, a Adam Scott, a Dustin Johnson, a Justin Day, a Justin Rose y sobre todo a Rory McIlory. El norirlandés se quedó a las puertas de la victoria en Augusta y sigue sin completar el círculo de grandes, por lo que acudirá muy motivado a la cita.
