Gonzaga Escauriaza, presidente de la Real Federación Española de Golf, ha sido quien ha abierto el acto de clausura del Open de España que se ha celebrado durante este pasado fin de semana en el RCG El Prat.
La ceremonia ha premiado a los jugadores más destacados en una semana de ensueño. Adriana Zwanck, vocal de la Junta Directiva de la PGA de España, entregó el premio al primer jugador español clasificado, Copa José Vallejo, a Miguel Ángel Jiménez; Ramón Riera, Diputado Delegado de la Diputación de Barcelona, y Marian Muro, directora General de Turismo de la Generalitat de Catalunya, entregaron el premio a los jugadores empatados en la segunda plaza, el propio Jiménez, David Howell, Francesco Molinari y Edouard Espana; y por último, Ignacio Mariscal, consejero Delegado de Reale Seguros; Xavier Trias, alcalde de Barcelona; y Gonzaga Escauriaza, hicieron entrega de la copa de ganador de esta 89 edición del Open de España a James Morrison, que se presentó al público con un jovial «¡Qué pasa!».
En el final de fiesta un grito sobrevoló el green del 18: ¡Queremos la Ryder Cup de 2022 para Costa Brava – Barcelona!
Casa club El Prat
La casa club del RCG El Prat es una joya para cualquiera al que le guste este deporte. Pese a ser un edificio moderno, consecuencia del cambio de sede del club hace apenas 12 años, el edificio desprende tradición y un arraigado y profundo espíritu golfístico. Se respira golf por los cuatro costados.
Las vitrinas del mítico club contienen objetos de un grandísimo valor sentimental para la gente de El Prat. A saber: unos zapatos de Greg Norman, una bolsa de palos de los años 20, los primeros estatutos del Barcelona Golf Club (germen de lo que en 1954 fue el RCG El Prat), una bolsa de palos de Pablo Larrazábal firmada por jugadores como Gonzalo Fernández-Castaño, Thomas Björn o Steven Gallacher…Objetos de mucho valor conservados con mimo y cariño.
Pero hay un objeto que tiene un valor muy superior al de los demás: la Copa Harmon. Para muchos, este trofeo es un desconocido, pero para los socios del club es casi un emblema. Esta copa se creó en 1934 y se celebraba anualmente en el Barcelona Golf Club de Pedralbes. Durante la Guerra Civil, el profesional del club, J. Rosell, enterró la copa bajo el green del hoyo 9, lo que la salvó de cualquier daño. Después de la contienda se recuperó el trofeo bañado en oro. Es una de las grandes historias que encierra la casa club de El Prat.
Segunda victoria para todo un luchador
Esta es la segunda victoria de James Morrison en el European Tour tras la obtenida en el Open de Madeira de 2010, cuando apenas contaba con 18 torneos en el circuito. 146 pruebas después, este inglés de 30 años ha vuelto a ganar. Pudo haberlo hecho apenas tres semanas después de vencer en Portugal, pero Álvaro Quirós lo evitó en un play off dramático en el RCG de Sevilla. Desde entonces, los triunfos le han sido esquivos… hasta ahora.
James Morrison es todo un luchador, pero no solo en el campo, también lo es fuera. Desde la adolescencia sufre la enfermedad de Crohn, lo que no le ha impedido dedicar gran parte de su tiempo al deporte, y no solo al golf, ya que es un experto jugador de cricket.
Esta temporada apenas sí había cosechado grandes resultados, más allá de un notable sexto puesto en el Abu Dhabi HSBC Golf Championship de principio de curso. Con esta victoria, Morrison escala hasta el puesto 160 del Ranking Mundial, acercándose a los puestos en los que ya destacase hace apenas tres años.
Notable alto para los españoles
La nota de los jugadores locales en este Open de España, hablando en términos globales, tiene que ser cuanto menos de notable alto. Y es que al margen del excelso rendimiento de un valor seguro como Miguel Ángel Jiménez (-6), han destacado sobremanera tres jugadores que atraviesan por distintos momentos deportivos: José Manuel Lara (-4), Jorge Campillo (-4) y Eduardo de la Riva (-3). El valenciano, sin tarjeta en el Tour después de 400 torneos y de 14 años batiéndose el cobre, necesitaba un día así. Y le ha salido después de meses de duro entrenamiento en Barcelona. Conocía el campo, estaba jugando bien y ha rematado con un -6, -4 al total, que sabe a gloria. De paso, al entrar en el Top 10, se ha ganado jugar en Irlanda. Jorge Campillo y Eduardo de la Riva, por su parte, siguen creciendo y ganando experiencia en el gran circuito.
No tuvo su recompensa Sergio García (-1), que acabó el día en positivo (+1) después de un inicio que le impidió meterse arriba. Tres bogeys en los ocho primeros hoyos suponen toda una losa. Pese a ello, siempre contó con el apoyo de un público incondicional. Estos cinco jugadores encontraron sitio entre los 27 primeros del torneo.
Fuera de estos puestos de privilegio se quedaron Alejandro Cañizares (+3), Borja Virto (+3), Carlos del Moral (+3), Ignacio Garrido (+4), Pablo Larrazábal (+4), Álvaro Velasco (+6), Adrián Otaegui (+8) y Carlos Pigem (+12), que pasaron corte sobreponiéndose a las dificultades que planteo el viento el viernes y deben poner buena nota a la semana.
¡Moonwalker!
La locura que se ha vivido en el Open de España 2015 con Miguel Ángel Jiménez es similar a la que el año pasado invadió el PGA Catalunya Resort. Es ídolo absoluto, él lo sabe y le da al público lo que quiere ver: gran golf y diversión. Su impresionante carisma volvió a quedar patente en el hoyo 5 de la cuarta jornada, donde se vio al Pisha en estado puro. Primero, golpazo con el hierro 8 y eagle desde 120 metros para acercarse aun más a la cabeza; después, la celebración que ha hecho suya desde que hiciese un hoyo en uno espectacular en Dubai en el mes de enero. Enfunda el palo como si de un estoque se tratara, brazos en posición y pasitos para atrás. Un ‘moonwalker’ en toda regla. Y la gente enloquecida, como no podía ser de otra manera.
No ha podido revalidar título, vale, pero es posible que la imagen del torneo la haya dejado él. Genio y figura siempre.
