Tiger Woods ha trabajado «de sol a sol» para llegar preparado a su 20ª participación en el Masters de Augusta.
Este martes el ex número uno del mundo ha mostrado su faceta más relajada, al confirmar que jugará el concurso de pares 3 previo al torneo y llevará a sus hijos de caddies.
Woods lleva desde 2004 sin tomar parte en el tradicional concurso. Ese año terminó empatado en cabeza después de hacer un hoyo en uno, pero renunció a jugar el desempate porque ningún ganador del concurso ha ganado nunca el Masters ese mismo año.
2015 no ha empezado con buen pie para Tiger: a finales de enero entregó un 82, la peor vuelta de su carrera, para fallar el corte del Waste Management Open y la semana siguiente tuvo que retirarse por lesión después de 11 hoyos en el Farmers Insurance Open.
Eso le convenció de que necesitaba apartarse temporalmente de la competición para replantear su juego. En ese periodo ha seguido retrocediendo hasta el puesto 111 del ranking mundial.
El último de sus 14 grandes fue el Open USA de 2008, y se puso su cuarta chaqueta verde en 2005, pero después de 11 hoyos de práctica el lunes, comentó que por fin se sentía «competitivo y capaz de ganar».
En la rueda de prensa anterior al torneo declaró: «He trabajado muy duro. La gente no se imagina la cantidad de horas que he tenido que echarle para poder volver aquí. He trabajado de sol a sol, y siempre que he tenido un momento libre».
Cuando le preguntaron si había perdido alguna vez la esperanza, contestó: «Ha sido, más que nada, frustrante porque sé lo que puedo hacer, pero no era capaz de hacerlo cuando quería.
«Había destellos de inspiración, parecía que ya lo tenía, pero duraba diez minutos y lo volvía a perder.
«No puedo negar que el palo salió volando más de una vez por el aire y a buena distancia… han sido momentos de mucha frustración, aunque nunca tiré la toalla».
Woods recordó a su padre, que llegó a verle ganar su primer grande en Augusta:
«En 1999 mi padre fue declarado muerto pero luego se recuperó, vinimos aquí y gané el Masters. Ahora se cierra el círculo, y para mí es muy importante tener conmigo a mis hijos esta semana.
«Charlie ya me ha visto ganar y Sam también, pero era muy pequeña en el US Open de 2008 y no se acuerda. Me encanta compartir estas cosas con mi familia… ellos están muy ilusionados y yo también».
A pesar de su nueva actitud relajada, la principal motivación de Tiger sigue siendo ganar:
«Estoy encantado de volver a ver a mis amigos, pero he venido a competir contra ellos. En eso no he cambiado, solo intento ganarles a todos.
«Sigo siendo el mismo de siempre, la única diferencia es que yo gané el Masters cuando Jordan [Spieth, segundo en 2014] estaba en pañales. La diferencia es que mis rivales son mucho más jóvenes, la nueva generación ya está aquí».
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El año 2015 no ha empezado nada bien para el ex número uno del mundo, Tiger Woods, quien a finales de enero entregó un 82, la peor vuelta de su carrera, para fallar el corte del Waste Management Open y la semana siguiente tuvo que retirarse por lesión después de 11 hoyos en el Farmers Insurance Open.
Eso le convenció de que necesitaba apartarse temporalmente de la competición para replantear su juego. En ese periodo ha seguido retrocediendo hasta el puesto 111 del ranking mundial.
El último de sus 14 grandes fue el Open USA de 2008, y se puso su cuarta chaqueta verde en 2005, pero después de 11 hoyos de práctica el lunes, comentó que por fin se sentía «competitivo y capaz de ganar».
En la rueda de prensa anterior al torneo declaró: «He trabajado muy duro. La gente no se imagina la cantidad de horas que he tenido que echarle para poder volver aquí. He trabajado de sol a sol, y siempre que he tenido un momento libre».
Cuando le preguntaron si había perdido alguna vez la esperanza, contestó: «Ha sido, más que nada, frustrante porque sé lo que puedo hacer, pero no era capaz de hacerlo cuando quería. Había destellos de inspiración, parecía que ya lo tenía, pero duraba diez minutos y lo volvía a perder. No puedo negar que el palo salió volando más de una vez por el aire y a buena distancia… han sido momentos de mucha frustración, aunque nunca tiré la toalla».
Woods recordó a su padre, quien llegó a verle ganar su primer grande en Augusta: «En 1999 mi padre fue declarado muerto pero luego se recuperó, vinimos aquí y gané el Masters. Ahora se cierra el círculo, y para mí es muy importante tener conmigo a mis hijos esta semana. Charlie ya me ha visto ganar y Sam también, pero era muy pequeña en el US Open de 2008 y no se acuerda. Me encanta compartir estas cosas con mi familia… ellos están muy ilusionados y yo también».
A pesar de su nueva actitud relajada, la principal motivación de Tiger sigue siendo ganar: «Estoy encantado de volver a ver a mis amigos, pero he venido a competir contra ellos. En eso no he cambiado, solo intento ganarles a todos. Sigo siendo el mismo de siempre, la única diferencia es que yo gané el Masters cuando Jordan (Spieth, segundo en 2014) estaba en pañales. La diferencia es que mis rivales son mucho más jóvenes, la nueva generación ya está aquí».