“Mis piernas estaban bloqueadas, no respondían” dijo Woods que estaba dos sobre el par del campo cuando se retiró. “Si no consigo activar mis piernas, repercute en la parte baja de mi espalda. Intente activar mis piernas lo mejor que pude, pero no lo conseguí”
Hasta ahora su temporada tampoco ha estado muy activa.
Woods llegó a Torrey Pines con la tarjeta más alta firmada en su historia, 82 golpes, y un corte fallado por 12. Mas sorprendente fue ver al que fuera número uno del mundo con problemas en su, otrora impecable, juego corto.
El jueves en Torrey Pines, donde Tiger ha ganado en ocho ocasiones, la sensación no era mucho mejor.
El hoyo más revelador para Tiger fue el hoyo 2, el undécimo en su vuelta, un par cuatro donde nunca había hecho un bogey. Firmó un doble. Tras colocar su bola en medio del green del par 3 siguiente decidió que ya había tenido suficiente.
Terminó el día sin haber cogido una calle y apenas unos greenes en regulación. Se dio la mano con Horschel y Rickie Fowler y fue conducido al aparcamiento en un carrito de golf.